Tras el récord de imagen positiva que supo tener en marzo, el presidente Alberto Fernández fue sufriendo un paulatino descenso en la valoración que tiene la sociedad como consecuencia del agotamiento de la sociedad ante la prolongada cuarentena y la crisis económica.
El analista político Carlos Fara explicó que esa caída de la imagen también se debe a que el jefe de Estado "empezó a perder el aplomo y la tranquilidad" en los últimos meses y eso influyó de manera negativa en la opinión pública.
En diálogo con Letra P, el consutor también analizó el vínculo entre Fernández y su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, evaluó el impacto que tuvo el caso de espionaje ilegal dentro de la oposición y dijo que Horacio Rodríguez Larreta "tiene condiciones" para ser el nuevo líder opositor.
-¿Por qué la imagen de Fernández fue cayendo en los últimos meses?
-Por el hartazgo de la gente y porque aflora la agenda económica. Además, Fernández empezó a perder el aplomo y la tranquilidad que tenía en el inicio de la pandemia y ahora se pone nervioso y vehemente en ciertos temas. Otro factor que influye es la política y su estilo de gobierno moroso para tomar decisiones fuera de lo sanitario.
-¿La influencia de Cristina lo ayuda o lo complica?
-Lo complica, porque el Presidente por decisión personal no está utilizando la lógica de las artes marciales: utilizar la fuerza del adversario para lograr una victoria. Fernández no armó el albertismo para evitar problemas entre el cristinismo y el PJ. Entonces, ahora se genera el interrogante sobre quién es Alberto ¿Es un presidente que no se deja ayudar¿ ¿O es un presidente que quiere quedar bien con todos?
-¿Cómo influye la causa de espionaje en la oposición dura?
-No impacta en la opinión pública, solo se debate a nivel político. Acá lo importante es ver si los halcones de un lado logran activar a los halcones del otro bando. Si eso sucede, invisibilizan a las palomas de ambos lados. Es decir, le complica el juego a Alberto Fernández, Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau y Emilio Monzó.
-¿Cómo analiza el rol de Larreta dentro de la oposición?
-Tiene un estilo moderado de hacer política y eso le ayuda en este contexto, porque la sociedad no quiere a políticos tirándose con ladrillos en plena crisis. De hecho, se lleva bien con casi todos los dirigentes de la oposición: tiene buena relación con Elisa Carrió, con el ala de Rogelio Frigerio y Monzó y hasta tiene buena sintonía con Lousteau. Larreta comenzó a armar una red que hoy Mauricio Macri no puede armar, porque su nombre es motivo de discordia.
-¿Se puede convertir en el nuevo líder de la oposición?
-Es factible, porque es más político, más profesional y más disciplinado que Macri. Larreta no es un carismático, pero tiene condiciones para ser líder de la oposición.
-La pandemia también lo ayudó a ganar visibilidad en el resto del país.
-Si, totalmente. Es el dirigente que tiene la comunicación más profesional en este momento.