La campaña que se desató en redes sociales contra el presidente Alberto Fernández tuvo su correlato en Santa Fe, pero con las características propias de la rosca provincial. La primera plana del Frente Progresista sufrió en las últimas horas un virulento ataque de fake news y publicación sin control de datos personales.
#AlbertoElMiserableSosVos, #Cacerolazo y #PoliticosBajenseElSueldo fueron algunos de los hashtags que se impusieron en redes, sobre todo Twitter, en los últimos días. Todos con un mismo fin: concentrar una batería de críticas contra Fernández y el oficialismo nacional.
En Santa Fe, la provincia que gobierna el peronista Omar Perotti, no fue el oficialismo el que padeció el ataque virtual. Todo lo contrario. Lo sufrió la coalición entre radicales y socialistas que gobernó hasta diciembre de 2019.
La movida arrancó el viernes de la semana pasada, horas después de que el progresismo se negara a votar en la Cámara de Diputados la Ley de Necesidad Pública, una norma que el mandatario considera esencial para el destino que quiere darle a su gobierno.
Pusieron la cara la vicegobernadora Alejandra Rodenas, el jefe del bloque de diputados del PJ Leandro Busatto y otros para demandarle “responsabilidad” y “basta de mezquindades” a socialistas y radicales.
Pero, a la par de ellos, se gestó un sinfín de imágenes vertidas a través de falsos perfiles en redes que escracharon a Lifschitz y, además, publicaron teléfonos celulares de diputados frentistas. La campaña tuvo su capítulo a través de WhatsApp mediante el envío de Fake News a través de teléfonos con prefijos no santafesinos.
La movida generó la rápida condena de los dirigentes frentistas y también la solidaridad de parte del peronismo. Pero abrió una pregunta inquietante ¿Quién estuvo detrás?