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Los nuevos desafíos de la TV pública

La semana pasada se cumplieron trece años del inicio de las transmisiones de canal Encuentro. Pakapaka es de 2010 y DeporTV, de 2013. Lanzados como señales educativas, los tres dependían de Educ.ar S.E. Ser canales públicos jóvenes y haber tenido tan cerca a desarrolladores y expertos en el cruce entre tecnología y educación tuvo sus beneficios: Encuentro nació con el slogan “televisión + internet”, una fórmula de avanzada en relación con sus competidores comerciales. Pudo, de hecho, pensar una estrategia digital desde su misma aparición y ser el primer canal on demand.

 

Para 2012, la estrategia on demand se llamó Conectate, un portal de visualización y descarga de contenidos educativos que nucleaba a Encuentro, Pakapaka, Conectar Igualdad y Educ.ar (luego se sumó DeporTV). La ambiciosa inversión para posicionar la nueva marca se combinó con una comunicación clara en la que los canales, especialmente Encuentro, con el catálogo más robusto, promocionaba Conectate más que su sitio institucional.

 

Pero de a poco, la inversión de recursos en Conectate mermó su euforia inicial y la propia dinámica interna de producción volvió a posicionar al portal institucional del canal como el lugar natural para ir a ver el contenido lineal e interactivo que Encuentro producía. Allí, además, se sumaron desarrollos específicos para docentes, como las guías para usar series en las aulas.

 

 

El decreto de 2016 sacó a Encuentro, Pakapaka y DeporTV del Ministerio de Educación y los ubicó en Contenidos Públicos S.E., dentro del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos. 

 

La remoción del aspecto educativo de esos canales fue clara y se corroboró en la estrategia digital. Fiel al impulso estatal de crear nuevas marcas con nuevos nombres en lugar de usufructuar las existentes (los canales del servicio público BBC se llaman BBC1, BBC2, BBC3; lo mismo que el austríaco ORF, France Télévisions y tantas otras) creó la plataforma Cont.ar, que tuvo una estrategia digital y política: los contenidos allí alojados esfumaban su identidad de origen y se agregaban recitales en el Centro Cultural Kirchner y otras producciones originales. Pero además, si bien era gratuita, agregó un login necesario para ver los contenidos y quitó la opción de descarga que sí tenía el sitio institucional del canal (teniendo en cuenta que muchos docentes que usan el material no tienen internet en las escuelas, entre otras cosas). Los contenidos de la plataforma fueron alojados en Amazon Web Services

 

Cont.ar también es muy significativa por lo que no cuenta: series importantes y de enorme uso educativo producidas entre 2007 y 2015 como Historia de un país o Filosofía aquí y ahora no existen ahí, y en otros casos, como Alterados por Pi, apenas hay 13 capítulos del acervo total de unos 100. Además, no hay absolutamente nada que invite a los docentes a utilizar esas series en sus planificaciones, ni siquiera una etiqueta de búsqueda o un link a las guías para el aula. La promoción de Cont.ar se combinó con un desinterés explícito en el sitio institucional de Encuentro, que no fue casi difundido y que, debido a las políticas de despidos y retiros voluntarios, diezmó sus capacidades operativas. De hecho, en el sitio, la última guía para el aula subida es de 2017, una evidencia más de la intención de no mantener su impronta educativa, lo cual resulta un curioso incumplimiento del decreto de creación de SFMyCP en 2015: si bien los canales ya no serían parte del Ministerio de Educación, este decreto le encomienda a la nueva dependencia la producción y emisión de programas de televisión educativa y multimedial. El sitio de Encuentro sufrió obvias consecuencias de haber sido sacado de foco: si en 2015 había tenido 15.540.680 visitas, en 2019 fueron 3.447.059.

 

 

 

MEDIOS Y PLATAFORMAS. Todos los medios públicos y privados vienen revisando hace años y cada vez con más preocupación su lugar y su distintivo en una industria plagada de contenidos competitivos en la que se cristalizaron nuevos magnates: Netflix, Amazon, Facebook, etcétera. En su trabajo reciente “Public service media beyond the digital hype: distribution strategies in a platform era”, la académica Karen Donders estudió a cuatro medios públicos europeos e identificó cinco momentos en su respuesta al avance de las comunicaciones digitales: primero existió una fase experimental en la que avanzaron en la cocreación de contenidos con la audiencia, después una fase de pánico, en la cual notaron cómo otros competidores, o incluso individuos, tenían más éxito que ellos atrayendo clics, lo cual llevó a múltiples estrategias sin foco; la tercera fase fue la de expansión, en la que intentaron maximizar su presencia online desatendiendo su misión de servicio público; en la cuarta fase la autora observa una consolidación y, en la quinta, en la que estamos ahora, una madurez, en la que se logró combinar una propuesta online que contemple las misiones de servicio público con la necesidad de negociar con plataformas como YouTube o Netflix.

 

En esta nueva etapa, canal Encuentro, Pakapaka y DeporTV no volverán a ser parte de la órbita del Ministerio de Educación, pero una de las tres sillas del directorio de Contenidos Públicos S.E. está ocupada por Gabriela Diker, doctora en Educación y Secretaria de Evaluación del ministerio y que viene de ser rectora de la Universidad Nacional General Sarmiento. Las otras dos están a cargo de Jésica Tritten -Gerenta General de las señales y, hasta 2015, Directora del Polo Audiovisual de Educ.ar- y Claudio Martínez, Subsecretario de Medios Públicos. A la vez, el directorio de Educ.ar, presidido por el Ministro de Educación, Nicolás Trotta, tendrá como vicepresidente a Francisco Meritello, el Secretario de Medios, con lo cual la reconexión entre los canales, Educ.ar y el Ministerio de Educación es evidente y, a la vez, presenta una propuesta de gobernanza nueva, cuyos frutos están por verse.

 

 

 

Los desafíos de la vida online de los contenidos educativos son enormes. A volver a darle a una jerarquía a esas marcas estatales, se suma la puesta en valor de un catálogo añoso como el de Encuentro, que todavía podría ser útil para los docentes. Y la convivencia de una propuesta online que sea referencia para la comunidad educativa con Cont.ar, regida por la lógica audiovisual, que deberá clarificar su especificidad como OTT pública. Por lo pronto, la decisión es que sus contenidos pasen a estar alojados en Arsat.

 

Habrá que esperar para ver cómo se acomoda una estrategia digital educativa que supo ser de avanzada, cuando lo que avanza es la consolidación de las plataformas como ordenadores de nuestros consumos audiovisuales online.  

 

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