Con el tiempo justo y con la agenda sobrecargada, el presidente electo, Alberto Fernández, hizo un alto en su rutina del jueves para encontrarse con el bloque de legisladores porteños del Frente de Todos (FdT). Los juntó en su oficina nueva de Puerto Madero y les dejó tres indicaciones: pidió que garanticen la unidad en el Parlamento, que respalden a Claudio Ferreño como presidente de bancada y les adelantó que tendrán "todo su apoyo" para encarar una oposición sostenida al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, el último eslabón PRO que, tras las derrotas de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, administrará en soledad la Ciudad hasta 2023.
Sin eufemismos, Fernández reclamó olvidar viejas heridas del pasado que, con esfuerzo, lograron sublimarse para encarar la campaña porteña que tuvo a Matías Lammens como candidato; a la sazón, reivindicado por el presidente electo en varias oportunidades a lo largo de la charla con los diputados porteños que desde el 10 de diciembre integrarán el bloque del FdT. Por primera vez en años, la convivencia entre el kirchnerismo y el PJ porteño logró una sintonía fina que se volcó en el territorio y que Fernández espera ver replicada en la Legislatura.
Dentro del bloque de 17 legisladores conviven peronistas de pura cepa, dirigentes de La Cámpora, de organizaciones sociales y del riñón de Fernández, como Claudio Ferreño, que presidirá la bancada. Los diputados se sorprendieron de lo "actualizado" que está el presidente electo de las problemáticas de la Ciudad. Bajo esa lógica, pidió seguir los temas de la campaña y encarar, desde el apoyo de la Casa Rosada, una oposición "clara" al PRO.
La performance electoral del peronismo quedó ensombrecida por el triunfo en primera vuelta de Rodríguez Larreta, pero lo cierto es que, examinando los números en detalle, el Frente de Todos hizo una elección histórica en el distrito más esquivo al peronismo. Por primera vez en años, el FdT controlará territorio en el pago chico PRO: Lammens y Fernández ganaron con comodidad en las comunas 4 y 8, que serán presididas por candidatos del espacio.
A prima facie, el mensaje de Fernández avizora una conexión natural entre la Casa Rosada y el bloque del Frente de Todos en la Legislatura porteña. Dependerá de Fernández que el vínculo se mantenga durante su mandato, a contramano de la desconexión que experimentaron los ediles durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, que solía enviar al ex secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini como custodio de sus intereses.
El desafío de los diputados del Frente de Todos es avanzar en la concreción de un bloque único a partir del 10 de diciembre, como existía hasta 2016, cuando un sector del peronismo se abrió del, por ese entonces, Frente para la Victoria. Desde lo formal, dejaría de existir el interbloque y se unificarían las bancadas.
Por las dudas, acordaron estampar el bloque en la Secretaría Parlamentaria con la nueva conformación de la Legislatura y después del vendaval de leyes que giró Rodríguez Larreta para cerrar el año.
