Martín Larraburu, quien fuera un estrecho colaborador de Juan Manuel Abal Medina en su etapa de jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, reconoció, en línea con lo declarado por su ex jefe en la cauda de los “cuadernos K”, que recibió “dinero que recaudaba Planificación" para gastos de la campaña electoral de 2013.
La información se desprendía de las anotaciones de Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta, el número dos de Planificación en tiempos de Julio De Vido, y ya había sido admitida por Abal Medina.
De acuerdo con lo publicado por La Nación, Larraburu, de 35 años, señaló no saber quiénes hacían los pagos que terminaban en la Casa Rosada, por lo que minimizó su rol como el de un mero “pasamanos” del dinero.
En ese sentido, involucró como receptores de la plata negra a Juan Carlos "El Chueco" Mazzón (fallecido hace tres años) y a los dirigentes de La Cámpora José Ottavis y Andrés "Cuervo" Larroque, quienes, supuestamente, disponían de la misma para hacer campaña.
Larraburu añadió que solo cumplía órdenes y pidió su excarcelación, ya obtenida por su antiguo jefe político.
Otro elemento interesante que aportó fue que "el dinero que recibía de Planificación era solo un pequeña porcentaje de lo que se recaudaba", indicó La Nación.