“Nosotros sabemos comportarnos como minoría, siempre lo fuimos dentro del Congreso desde que ganamos las elecciones en 2015 y eso no cambió después de las legislativas del año pasado”, espetó un alto funcionario de la Casa Rosada, que se amparó en la reserva de su identidad para relativizar el revés sufrido por el Gobierno la semana pasada, cuando el Senado transformó en ley el proyecto opositor para frenar y retrotraer el aumento de tarifas de gas y luz.
Todavía no se cumplió una semana del cimbronazo político que obligó al presidente Mauricio Macri a vetar la norma en forma inmediata, pero dentro de la Casa Rosada aseguran que “la estrategia de borrón y cuenta nueva” incluirá dos frentes: uno ejecutivo, orientado a mantener las visitas oficiales a las provincias, para contener a los gobernadores peronistas; y otro legislativo, que buscará “desdramatizar” las diferencias con el titular del bloque Argentina Federal, que conduce el rionegrino Miguel Pichetto, y construir “nuevos acercamientos” en la Cámara de Diputados con el peronismo y el massismo.
Con una ficha puesta en los puentes que pueda reconstruir Cambiemos con el Frente Renovador y con el bloque Argentina Federal, el capítulo del Ejecutivo con los caciques provinciales pasará por mantener las visitas oficiales para inaugurar obras, aunque la máxima preocupación de los gobernadores pasa por el freno a obras claves para sus territorios y la negociación que se avecina para el diseño del Presupuesto 2019, que deberá cumplir con las pautas que defina el Fondo Monetario Internacional (FMI).
GESTO MENGUANTE. “No es que no hay obras. Sabemos que los gobernadores las van a defender. Puede haber demoras en los pagos, pero las obras que ya están en marcha no van a ser frenadas. Hasta abril cerramos una ejecución del 40% del presupuesto asignado”, aseguraron cerca del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que este martes visitará Tucumán, gobernada por el peronista Juan Manzur, para inaugurar la nueva terminal de ómnibus de la ciudad de Concepción, con una inversión de 15,2 millones de pesos. La agenda incluirá obras de asfalto, agua y cloacas en la localidad de Lules.
El desembarco en la tierra de Manzur será posterior a las inauguraciones prodigadas este lunes en Córdoba, para la administración de Juan Schiaretti. Estuvieron en manos de la secretaria de Infraestructura Urbana de Nación, Marina Klemensiewicz, que también desplegó la agenda de cloacas y agua en distintos puntos de la provincia, por 427 millones de pesos.
No sería la única escala del titular de la cartera política. Hace dos semanas estaba prevista una recorrida por Santa Cruz, gobernada por Alicia Kirchner. La cita podría concretarse esta semana, con un encuentro en Río Gallegos y otras localidades. El despliegue tendría la misma agenda de gestos políticos, aunque la provincia patagónica está atravesada por graves conflictos sindicales en estado latente, que han registrado picos de tensión, como en Río Turbio, donde el Estado aceptó la reincorporación de los trabajadores cesanteados.
“Ellos saben claramente que no nos pueden tirar palos durante todo el año que tenemos por delante, porque así quedan pegados con el kirchnerismo”, aseguró un escudero del Ministerio del Interior. Con ese argumento, según confió un vocero presidencial a Letra P, “la mesa chica tiene decidido realizar un acercamiento con (el líder del Frente Renovador, Sergio) Massa, únicamente para que la discusión sea más racional de ahora en adelante.
"Así como Pichetto corre el riesgo de quedar pegado a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, también le pasa a Massa: quedó abrazado (al diputado y ex ministro de Economía Axel) Kicillof por Ganancias, y con las tarifas fue el gran ideólogo de empujarnos al veto”, resumió la fuente.
Sin embargo, en Balcarce 50, aseguran que Macri está “muy enojado con Pichetto”, aunque también reconocen estar al tanto del malestar del senador rionegrino con el Presidente. “Los dos están enojados mutuamente, pero Pichetto es un gran actor en este juego y se sabe mover y mantener muy bien situaciones críticas como ésta”, reconoció un escudero del oficialismo.
REPECHAJE CON MASSA. Respecto al Frente Renovador, los ánimos oficiales ya no exudan la inquina que le prodigaban hasta la semana pasada. “No nos cabe duda que Massa todavía tiene un gran poder de daño y entendemos que su negocio no pasa por hacer kirchnerismo, sino por construir una oposición racional”, aseguró el vocero oficial, luego de anticipar que “dentro de poco se concretará una reunión de algún miembro de la mesa chica con Massa, puede ser (el jefe de Gabinete Marcos) Peña o Frigerio”.
Ante las consultas de Letra P, fuentes del massismo confirmaron las gestiones de acercamiento, pero pusieron paños fríos. “Sergio es uno de los principales líderes del país, y en ese marco, entendemos que el Gobierno puede hablar y contactarse, pero no hay ninguna reunión pactada", explicaron.
Los contactos comenzaron hace dos semanas, cuando Peña envió un mensaje informal, luego de haber mencionado sus intenciones por los medios. Massa le espetó que esas invitaciones no se hacen por los medios y el ministro coordinador apeló a un mensaje de Telegram. Sucedió en forma paralela a gestiones de “Frigerio y (el titular de la Cámara de Diputados Emilio) Monzó”.
Por ahora el desenlace de esos intercambios es desconocido, aunque desde el massismo aclararon que “no habrá respuestas positivas para esas invitaciones si es para socializar el ajuste, pero si el llamado es para hablar sobre lo educativo y lo social, puede haber encuentro. En lo económico ellos están parados en el ajuste y ahora que quieren socializarlo nos buscan, pero en otro marco, es posible”, confiaron.