UN BCRA "POLITIZADO"

Sturzenegger entrega las armas y garantiza barrera psicológica para el dólar

Sin margen para errores en la campaña, el Central cedió a la influencia política y volvió a vender para contener la escalada del billete verde. El 18 es el número mágico pre PASO.

Tras una contienda silenciosa y desigual, la política terminó torciéndole la mano a la intensión independentista del Banco Central (BCRA). Cuando Federico Sturzenegger asumió en la entidad, puso lineamientos de gestión claros sobre la mesa. Control inflacionario en base a metas y manejo de tasas de interés; y separatismo de las posibles cooptaciones históricas de los gobiernos sobre la política monetaria. La intención duró lo que duró la calma pre eleccionaria posterior al triunfo presidencial de Cambiemos. Hoy el Central entregó las armas, en sentido simbólico, a las necesidades oficiales de un agosto calmo en la previa a las PASO que se celebrarán el próximo domingo. Empezó una carrera de intervención tradicional en mercados no maduros para rigideces cambiarias, que captura al billete verde cada vez que amenaza con rebelarse.

 

“No hay que superar la barrera psicológica de los $18, y menos ahora, eso lo tienen en claro”, contó a Letra P un alto mando del Gobierno Nacional, uno de los que hace tiempo cree que es el momento de un hasta luego para el esquema de libre flotación del tipo de cambio. En la jornada, el minorista quedó a dos centavos de los $18, el número que Mauricio Macri pidió no sobrepasar al menos hasta que se clarifique el escenario de las legislativas. Casi como durante la última corrida, el BCRA intervino vendiendo U$S165,1 millones. Y todo indica que lo seguirá haciendo las veces que sea necesario. De todos modos, en el entorno de Sturzenegger desmintieron ante Letra P la existencia de factores de control exógenos, como los rumores en torno a un cepo virtual por montos que estaría poniendo algunas entidades financieras. Explican que lo existe es un límite de 10.000 dólares para aquellos que no tengan el dinero justificado y blanqueado en una cuenta, pero que no hay restricciones hoy para la compra de divisas.

 

En los bancos, la sensación no es de desagrado ante el rol más intervencionista de la entidad. No les parece mal el sistema de no dar señales claras que tanto utilizó el ex presidente Néstor Kirchner: vender, comprar, intercalar posiciones para evitar otorgar certezas a los que buscan especular con la divisa. Naturalmente, en el BCRA el tema genera tensiones, aunque casi todos sabían bastante antes de la primera corrida que el organismo no tenía un régimen de flotación limpia, sino más bien de “flotación lo más limpia posible”, como suele calificar Demial Reidel, el ex JP Morgan que es vice segundo de la entidad. En algunos bancos de capital privado extranjero confiesan, además, que ese esquema de flotación administrada es hoy posible porque hay respaldo de reservas que durante el kirchnerismo no existían.

 

La semana para Sturzenegger se vislumbra compleja, además, en otro frente. El jueves el Indec dará a conocer el indicador de inflación y se prevé que estará en torno al 2%, una medición muy elevada a las puertas de la definición electoral. Agosto, en tanto, será otro mes con precios disparados. A la luz de los hechos, en las últimas horas Nación salió a bajarle el precio a la meta inflacionaria del Central, en una mano amiga para el presidente del BCRA. El ministro de la Producción, Francisco Cabrera, consideró que “honestamente creo que no vamos a llegar. Vamos a estar en torno al 20%. Lo importante es la credibilidad del Banco Central". En la medición que se viene habrá impacto de alimentos, medicina prepaga, taxis, cigarrillos y combustibles. El problema de la inflación núcleo y de precios no regulados que tanto inquieta ante la afectación del bolsillo del votante medio.

 

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