En las últimas horas echaron a casi doscientos jerárquicos en el PAMI. Todos habían sido nombrados por el ex titular y actual pre candidato a concejal por Cambiemos en Almirante Brown, Carlos Regazzoni. Aquellas designaciones fueron el verdadero motivo de su salida, en el marco de las diferencias que mantuvo con el tándem Gustavo Lopetegui - Mario Quintana -los laderos de Marcos Peña en la Casa Rosada- en el Gobierno nacional. Fue un escandaloso desembarco de casi 500 funcionarios y colaboradores, muchos de ellos sin paso por la función pública, que le significaron al organismo un gasto de alrededor de 20 millones de pesos mensuales en sueldos.
Hoy, Regazzoni encabeza la lista de concejales en Almirante Brown, un distrito peronista en el que al PRO le es prácticamente imposible hacer pie. Esta candidatura, en rigor, es un premio consuelo para quien hasta hace no mucho manejaba una de las cajas más importantes del Estado: el Programa de Asistencia Médica Integral. No pudo ser candidato a diputado porque, a la larga, en el Gobierno temían que se destapara la olla en plena campaña y se conociera cuáles fueron los manejos del "Tano" como funcionario público.
Este recorte en la obra social responde al plan del presidente Mauricio Macri de ahorrar casi 150 millones de pesos. Por eso fueron despedidos 170 empleados jerárquicos, por decisión del actual titular del organismo, Sergio Casinotti. Todos fueron nombrados por Regazzoni. Además, se van a eliminar varios de los puestos que el actual candidato oficialista en Brown había creado cuando se hizo cargo del organismo: gerencias, direcciones y secretarías.
De nueve secretarías a cargo del director, quedarán cuatro. Según informó Clarín, la conducción del PAMI asegura que todos son cargos políticos y no de trabajadores de carrera.
Varias semanas antes de borrar de un plumazo 160 medicamentos de la lista de acceso gratuito para jubilados y pensionados, lo que ocasionó un gran malestar en la sociedad, Regazzoni se había hecho cargo del PAMI acompañado por una tropa de 500 colaboradores. Una extensa nómina de nuevos empleados, todos sin antecedentes en PAMI –y algunos sin paso por la función pública-, para cubrir cargos jerárquicos diseñados a su medida o para deambular como asesores sin rol definible ni definido, con los salarios más altos permitidos por el escalafón. Con la resolución 02/15 firmada el 21 de diciembre de 2015, seis días después de haber sido nombrado titular de la obra social, el "Tano" creó ocho nuevas secretarías generales y una subdirección ejecutiva.
Aunque forma parte del juego de la política que los nuevos funcionarios lleguen con su gente de confianza a cubrir puestos en los cargos en los que son asignados, lo curioso del caso Regazzoni es que aquellos sorprendentes nombramientos con los sueldos más altos trepaban hasta cerca de 200 personas, de los cuales apenas un par de decenas ocupaban cargos que justificaran salarios tan elevados.
Letra P había contado cómo el peso de “los halcones” del gobierno macrista volvió a cristalizarse a principios del mes de marzo de este año, con la salida de Regazzoni del PAMI. Sus diferencias y cruces con el tándem Lopetegui y Quintana -que representan “los ojos” y “la inteligencia” del mandamás nacional dentro de la administración y bajo la tutela de la Jefatura de Gabinete, comandada por Marcos Peña-, fueron insostenibles para su continuidad.
Regazzoni había confrontado con los vicejefes de gabinete y auditores constantes de toda la gestión, producto de la negativa a reducir y ajustar el presupuesto del organismo, algo que es exigido por igual a todos los funcionarios de gobierno. El ex candidato a intendente de Almirante Brown fue la cara visible de la decisión del gobierno de “revisar” y "recortar" las condiciones para otorgar medicamentos gratis a los afiliados a PAMI, aunque la decisión se tomó en base a “análisis” de ese dúo, que estimó que el organismo se ahorraría más de $1500 millones.
Regazzoni fue subsecretario en el Ministerio de Desarrollo Social, durante la gestión de Esteban Bullrich, a quien también acompañó en el Ministerio de Educación ocupando el cargo de subsecretario de Gestión Económica Financiera y Administración de Recursos. En 2015, representó a Cambiemos en las elecciones por la intendencia de Almirante Brown, pero fue derrotado por el sciolista Mariano Cascallares.
Por sus vínculos con el peronismo bonaerense, en la Casa de Gobierno imaginaban un rol importante en la campaña actual en la provincia de Buenos Aires, en la que el oficialismo se juega todo. Pero finalmente no fue candidato a diputado, sino simplemente a concejal, algo muy llamativo: "Después de manejar el PAMI, ahora es candidato a concejal, es claramente un castigo", se sorprendían en Brown cuando se mencionaba esa novedad.
A principios del mes de abril de este año, Regazzoni comenzó a trabajar en la campaña: fuentes de Gobernación le aseguraban a Letra P que la misión que le habían encomendado era la de caminar su municipio. Lentamente fue recibiendo el apoyo de funcionarios y legisladores nacionales y provinciales. La orden que bajó en aquel momento desde el centro de operaciones PRO era clara: "La tropa tiene que reordenarse detrás de Regazzoni, él es el candidato que quieren Macri y Vidal". Así le había confiado a este portal un importante funcionario de Cambiemos, consciente de que en Almirante Brown no solo el bloque de cuatro concejales sino también el resto de los dirigentes locales macristas/radicales/lilitos estaban muy dispersos y sin directivas claras.
"Todos tienen que entender que es el hombre del presidente y la gobernadora en Brown. De esta forma se van a alinear rápido los planetas", insistió la fuente consultada, sabiendo que la buena elección en ese distrito es una empresa más que difícil: muchos dirigentes del PRO habían quedado enojados con Regazzoni cuando abandonó el distrito y se sumó al Gobierno. Esos chispazos internos continúan hasta el día de hoy.