El devenir de los acontecimientos recientes va dejando en evidencia las razones por las cuáles el presidente de la Nación, Mauricio Macri, se refirió en un escenario poco convencional al aumento de los litigios laborales y sus consecuencias en la estabilidad empresaria. A menos de una semana de las expresiones del mandatario, hubo catarata de respaldos de casi todas las cámaras empresarias a las denuncias de Macri a lo que consideró una “mafia” de los juicios laborales. Es que el tema ya venía charlándose con los sectores corporativos a través de algunos funcionarios de las áreas más calientes. Aprovechando la casi unanimidad que encontró el tema de fondo, algunos cuadros del Gobierno empezaron a reforzar en público la idea de que es imprescindible modificar el régimen de riesgos del trabajo y algunas legislaciones. Uno de los que jugó fuerte fue el secretario de Industria, Martín Etchegoyen, quien aseguró que “hay juicios laborales espurios”. En el marco del 136 Congreso de la Industria Maderera organizado por la Federación FAIMA, el segundo en el escalafón de la cartera que conduce Francisco “Pancho” Cabrera, fue aún más allá y le puso cifras al fenómeno. “Mi hermano es abogado, no tengo nada contra ellos, pero los abogados que hace estos juicios se llevan, por año, U$S500 millones”. Mientras se iba apurado de uno de los salones de Costa Salguero -donde se realizó el evento- Letra P le consultó precisiones sobre esas cifras. “Son parte de un informe de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo”, explicó el ex dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA), uno de los hombres del sector fabril que alcanzaron cargo en el Ejecutivo Nacional.
El que lo respaldó fuerte en el mismo evento fue su ex colega, el nuevo jefe de la UIA, el aceitero Miguel Acevedo. “No es exagerado decir que hay empresas que quiebran por eso”, explicó a este medio el dirigente de Aceitera General Deheza (AGD). Contó además que en la UIA hay un detalle de las empresas que tuvieron problemas serios por juicios laborales. “Naturalmente, ahora influye también la caída de la actividad, pero que genera problemas, genera”, concluyó. Los madereros de FAIMA -a través de su presidente, Rodolfo Martín, y Pedro Reyna, el secretario general de la misma entidad- suscribieron a la posición de UIA respecto a los juicios laborales. La entidad es un conglomerado de pymes que agrupa a 27 cámaras, las cuales la próxima semana tendrán un pronunciamiento formal sobre cómo encarar la cuestión de los litigios laborales.
Naturalmente, a los madereros, como a casi todos los industriales, los preocupa más el contexto de la actividad: “los funcionarios no lo dicen, pero este año y el que viene van a ser muy duros, hay caída de producción y de ventas”, reflexionó Reyna. Mientras que el director ejecutivo de la FAIMA, Leandro Mora Alfonsín, pidió que “si hay un cambio en las condiciones, estemos preparados y capacitados para aprovecharlo”. Es que la innovación fue una de las cuestiones que plantearon en el sector para no ser devorados por un escenario adverso y con la amenaza de las importaciones chinas siempre latente.
Para Etchegoyen, “la recuperación que vamos a tener no va a ser violenta, pero de a poco se va a ver en más sectores”. El secretario de Industria precisó que la herencia del kirchnerismo fue muy negativa, y que además se sumó a un contexto de caídas de la actividad y crisis política en Brasil, principal socio comercial de Argentina. De todos modos, destacó que “salimos sin una crisis, algo a lo que nos venía acostumbrando el país”.
El dirigente estuvo acompañado por Ricardo Delgado, el subsecretario de Coordinación de Obra Pública y hombre de confianza del ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Su participación tuvo que ver con que, a raíz de la crisis del sector madera, se ha armado desde el Estado una mesa sectorial especial. La próxima reunión de ese grupo será el próximo 26 de junio, y estará comandada por el propio Frigerio.