ENTREVISTA.JUAN MANUEL PRIMBAS

“El consumo termina estancado y es la base de lo que puede ser 2018”

El director para el Cono Sur de Kantar Worldpanel sostiene que “el humor social será clave” en el gasto futuro. Y que el modelo impactó en las compras: "Hay un tema real de bolsillos apretados".

El consumo fue uno de los motores de la economía que aún no refleja una mejora pareja, además de tener su rendimiento más moderado en un rubro clave: los alimentos, bebidas y bienes de la canasta básica, que son la base del gasto hogareño medio y bajo. En este escenario, Juan Manuel Primbas, director del Cono Sur de la consultora Kantar Worldpanel, que trabaja con cifras vinculadas a consumo masivo, analizó ante Letra P las perspectivas del año próximo y lo que dejó el 2017. 

 

"El consumo nos está dando en el mismo nivel que el año pasado", asegura Primbas, comparando el 2017 que se va con el complicado 2016. "El año siguiente el consumo va a crecer, con suerte, un 1 o 1,5% en todo el año, lo cual nos sigue dejando dos o tres puntos por debajo del último pico, que fue en 2015", pronostica para 2018. "La situación para el consumo masivo no es positiva", concluye.

 

BIO. Se unió a Kantar Worldpanel en el año 2004 y fue por siete años Country Manager en Argentina. Actualmente lidera las operaciones en el país, Perú y Bolivia. Con anterioridad tuvo cargos en empresas como Coca Cola, Unilever, Molinos Río de la Plata, Alpargatas, P&G, Danone, Personal, Kraft y Johnson. Es conferencista y un experto en comportamientos de consumo. Integra la Cámara Argentina de Empresas de Investigación de Mercados (CEIM).

 

 

-Según sus cifras y las percepciones, ¿cómo termina el año del consumo?

 

-Nosotros medimos consumo masivo, lo más básico: lácteos, bebidas y alimentos, más de 100 categorías. Y el consumo nos está dando en el mismo nivel que el año pasado. Es igual que 2016 pero en dos partes del año muy distintas: la primera, que fue mala y que todo el mundo esperaba que fuera mejor; y un segundo semestre con variaciones interanuales positivas, donde la base de la pirámide, la gente de bajos recursos, algo logró recuperar. Más estable, en tanto, el consumo en la clase media y el sector alto. Si le sacás la estacionalidad, termina el año con un consumo bastante estancado. Eso nos muestra que el cuarto trimestre es la base de lo que puede pasar en 2018. El año siguiente el consumo va a crecer, con suerte, un 1 o 1,5% en todo el año, lo cual nos sigue dejando dos o tres puntos por debajo del último pico, que fue en 2015. El año récord del consumo histórico estaba en 2013, en el segundo semestre. Desde ahí empezó un retroceso que en 2015 tuvo una leve mejora y en 2016 tuvimos una caída grande del 4%. Este año va a terminar en cero. La situación para el consumo masivo no es positiva, claramente.

 

"Veníamos acostumbrados a caídas grandes y crecimientos pronunciados, y ahora hay una caída mediana con un recupero muy lento."

-¿A qué atribuyen el estancamiento?

 

-En 2016 hay un primer elemento muy fuerte que es la aceleración de la inflación. El gap que genera inflación salarios es muy grande. Hubo aparte un impacto en el empleo, sobre todo en el más precario, como en la construcción. Y además está el aumento de tarifas, que afectó a la población de menores recursos en su ingreso disponible. Todo eso junto generó un año malo, pero hay que ponerlo en contexto: en 2002, que fue el peor año del consumo, hubo una caída del 11%. Lo de hoy es un tercio de esa caída. El tema es que veníamos acostumbrados a caídas grandes y crecimientos pronunciados y ahora hay una caída mediana con un recupero muy lento.

 

-Ese recupero lento que menciona, puesto en palabras del Gobierno, se traduce en que el consumo se está volviendo racional.

 

-No lo veo igual. Hay que darle otras lecturas. ¿El consumo racional para nosotros, para el que tiene la panza llena y mucha información? Ahí puede ser racional. Pero, en un hogar de bajos recursos, donde uno de cada dos compra pasta dental, lo racional es discutible. No lo comparto. Hay un tema real de bolsillos apretados. Sí es verdad que el consumidor se vuelve racional en el sentido de decir que, si no le alcanza la plata, no la va a malgastar.

 

-El Gobierno sostiene que, durante el kirchnerismo, el consumo estaba inflado y que una parte de la población compraba de más con excedentes.

 

-Eso es muy difícil de verificar. Creo que al consumo se le metían anabólicos y, si no tenías ahorro, porque había inflación, el consumo era un refugio. Pero para el consumo masivo no coincido. En los hogares de menores recursos está relacionado a la menor disponibilidad de dinero.

 

 

"Este año (2017) tuvo dos partes muy distintas: la primera que fue mala y todo el mundo esperaba que fuera mejor; y un segundo semestre con variaciones interanuales positivas, en donde la base de la pirámide, la gente de bajos recursos, algo logró recuperar." 

 

 

-En los países vecinos, ¿cuánto es un crecimiento del consumo normal?

 

-Es aproximadamente un 0,5 por cada punto que crezca el PBI. En economías como la peruana o la colombiana, que crecen 3 o 4%, el consumo masivo crece 2%. Pero cuando Brasil crecía fuerte el consumo crecía 6 puntos y en Argentina lo mismo. No hay una sola respuesta.

 

-La pregunta iba a si había que acostumbrarse a un consumo más moderado.

 

-Sí, es un buen punto. Nosotros tenemos números que muestran que en Argentina nos daría un PBI del 3% y un consumo del 1%, pero sí tenemos que acostumbrarnos a una tasa de 0,6% del PBI. Hubo momentos en que casi 1,1% del PBI se iba a consumo y eso no era racional.

 

 

 

-¿Y la dinámica de los precios en Argentina era y es racional?

 

-Comparado con cualquier economía, hay una distorsión enorme, porque los precios relativos se están acomodando, por lo que no se sabe cuánto valen las cosas. En comparación de qué. En el mundo, el consumo crece 1% pero con deflación, porque el consumidor global se pregunta por qué gastar más, porque quieren gastar en otra cosa. Pero acá hay algunas cosas que no se pueden aplicar, dado que los precios están en aumento del 20% y por arriba de eso y porque aún tenés que reacomodar tarifas, lo que impacta en el bolsillo. Estamos en un proceso de reacomodamiento. ¿Cuánto va a tardar? No lo sé, ojalá sea pronto.

 

-A nivel negocio, veníamos una matriz trabajando con una demanda anabolizada pero fuerte. Ante el escenario actual, ¿cómo se reconfigura la actividad de las grandes superficies?

 

-El primer problema enorme que expresa el sector es la incapacidad de predecir demanda. Antes sabíamos que lo que se fabricaba se vendía. Teníamos una capacidad de producción sin mucha innovación e inversión, fabricábamos y vendíamos. Era un modelo de corto plazo para ganar. Hoy estamos ante una dificultad muy seria porque tenemos una presión de que el volumen no crece y el consumidor mira precios relativos; todo lo que pide es precio para los niveles medios y bajos. Hay una dinámica bien compleja, con las casas matrices pidiendo rentabilidad. Han tenido que cambiar notablemente su estrategia. Lo primero fue precios. De hecho, muchos siguieron con la dinámica de precios altos y el consumidor los castigó. Hoy, los precios van a tener que ser un elemento central.

 

-¿Hay más demanda de segundas o terceras marcas?

 

-Hay poco, en algunas categorías, pero el consumidor argentino no deja de ser bien marquista. Si esta situación de bolsillos apretados sin resolver la inflación se sostiene en el tiempo, va a haber más crecimiento de otras marcas. Igual, las compañías grandes están adaptándose y ya tienen el tema analizado, tratando de mejorar su portfolio.

 

"Comparado con cualquier economía, tenés una distorsión enorme porque los precios relativos se están acomodando, por lo que no sabes cuánto valen las cosas. En comparación de qué. En el mundo, el consumo crece 1% pero con deflación."

-¿Qué pasó en las Fiestas? ¿Hubo empuje al gasto?

 

-Septiembre y octubre fueron buenos meses. Algunos súper tuvieron buen impacto en la comunicación, como Carrefour y Walmart. Percibimos que es razonable lo que estaba pasando, no hubo un boom en diciembre. No esperábamos un gran diciembre, pero sí uno mejor que el de 2016, porque fue muy malo. El índice de expectativas que publicó la Universidad Di Tella da un nivel alto, pero una tendencia bien negativa en diciembre. El humor social va a jugar un rol muy importante en el consumo el año que viene. Este diciembre, en ese sentido, claramente no ayudó.

 

-¿Es cuantificable con precisión el humor social?

 

-Hay índices de confianza en la economía, hay conflictividad, protestas, que lo tiran para abajo y respuestas a determinadas políticas. Y, después, cómo se perciben determinados cambios que va a haber, como qué va a pasar con las jubilaciones o Ganancias para los salarios más altos.

 

-¿Lo de los jubilados impactó en el consumo?

 

-No es lo mismo que diga que aumentó 7% en marzo a que explique, como fue la lectura de lo que anunció el Gobierno, que te iba a aumentar 15% pero ahora te tocan 5%. Esa lectura, que en términos reales es un impacto económico, tiene una connotación para el consumo que es negativa. Me iba a tocar algo y ahora me toca mucho menos. Al momento de comprar, es un elemento.

 

-Por último, ¿qué políticas debería aplicar el Gobierno para fomentar el consumo? ¿Sirvieron las promociones como las rebajas del 50% del Banco Provincia?

 

-Tienen impacto de corto plazo. Favorecen cierto humor o sensación en esas dos semanas, pero no hacen que la gente consuma más. ¿Qué políticas sí? La de devolución de IVA a ciertos sectores que podía haber o políticas de intentar formalizar y con eso generar beneficios, que es difícil de implementar. Pero la mayor correlación sigue estando con el empleo, con la inflación y con el impacto de las tarifas. Si nos vamos cinco años atrás, había controles de precios, en ese mes de control parecía que sí estaba de acuerdo, porque se había logrado un discurso para echarle la culpa del problema a otra persona, pero servía en un corto plazo. Hay algunos consumos que sí están fomentando, como los de electro. Hay sectores en los que se trabajó con la importación, en bajar aranceles, que muestran que hubo un impacto en los precios. Se están evaluando los textiles. La financiación en muchas partes del mundo es vital para el consumo.

 

Sergio Massa y Javier Milei
Lula da Sila y CFK.

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