En un operativo conjunto con la Policía Federal, el viernes por la noche la Gendarmería repimió con balas de goma y plomo a una murga formada en su mayoría por niños, que ensayaba sobre la calle Bonorino, en la villa 1-11-14. Por el momento, la cartera de Seguridad no dio ninguna explicación sobre las razones de los sucedido. La ministra Patricia Bullrich pidió un informe urgente a la fuerza para evaluar responsabilidades.
“Estábamos con los pibes y las pibas de la murga ensayando sobre la calle Bonorino, en la Villa 1-11-14 del Bajo Flores, cuando vimos que venía hacia nosotros un patrullero de Gendarmería, por la calle Charrúa. Al llegar hasta donde estábamos, les pedimos por favor que esperara un ratito y, luego, si podía salir hacia atrás, porque no se podía pasar por ahí, ya que había muchos chicos y chicas bailando. Pero no alcanzó con decirles por favor. Avanzaron, sin importarles que hubiera menores. Y así fue como lastimaron a los dos primeros nenes, rozándolos con el coche, mientras pasaban de prepo por el medio”, explicó a la revista La Garganta Poderosa, Gustavo “Marola” González, el director de la murga “Los Auténticos Reyes del Ritmo”.
Ante la reacción de los gendarmes, González pidió a los chicos de la murga que rápidamente abrieran paso al patrullero y al camión que lo seguía. “En cuanto terminaron de pasar, apareció un gendarme desde atrás del camión, conocido en el barrio como “El Polaco”, para increparnos directamente”, relató. “¿Acá son todos guapos?”, preguntó, amenazante, el gendarme. El director de la murga le pidió que “no hubiera nada”, ya que había “muchas criaturas”. “No terminé de decirlo, cuando ya me había empujado. Y sin esperar que cayera al piso, empezó a tirar con su escopeta”, contó González.
“Desesperado, mi hijo Jonathan se puso adelante mío. Y le dieron en la pierna, apenas arriba del tobillo, arrancándole la carne con una bala de plomo, sí, una bala de plomo que seguro era para mí. Ahora, ahí tiene un pozo y le pueden ver el hueso. A mí, me llenaron de balas de goma por todos lados, porque me tiraron sin asco. Por eso, en cuanto pude, me levanté y salí a correr para cubrirme, pero entonces ya no había un solo gendarme, sino muchos, que comenzaron a reprimir sin piedad. Así, tal cual, tirándoles a todos como si estuvieran locos, sin importarles que hubiera chicos por doquier. Fue un desastre, un desastre total. Tiraron a mansalva”, escribió el director de la murga.
En su relato a La Garganta, González contó que, a raíz del episodio, un nene gravemente herido por una bala de goma y una mujer que recibió una bala de goma fueron derivados al hospital Piñero. “No había un chico, había decenas de chicos bailando, alrededor de 80 pibes y pibas, desde los dos años en adelante. Y más chiquitos también, porque hay madres que vienen con sus bebés”, contó el director.
Fuentes del Ministerio de Seguridad aseguraron que, tras enterarse de lo sucedido, la ministra Bullrich pidió “un informe urgente” a la Gendarmería para que dé cuenta sobre los detalles del episodio.