No fue una victoria completa pero igual provocó la emoción y lágrimas de decenas de madres cultivadoras que desde el mediodía esperaron en el Salón de Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados la aprobación de la ley que autoriza el uso de cannabis con fines medicinales. Al final, tras casi cinco horas de debate y múltiples negociaciones de pasillo, de las que participaron diputados de todos los bloques, las organizaciones y la ministra Patricia Bullrich - vía telefónica -hubo desahogo y hubo abrazos compartidos.
El proyecto llegó al recinto con un dictamen de mayoría, impulsado por el oficialismo, uno de minoría del Frente para la Victoria y otro del Frente Renovador, aunque tras varias horas de debate, la ley fue aprobada con 221 votos afirmativos, ninguno negativo y una sola abstención, correspondiendo al salteño Alfredo Olmedo.
"Este es un tema de salud, ni de drogas ni de adicciones. El Estado debe garantizar el acceso y el tratamiento", afirmó la diputada del Frente para la Victoria Carolina Gaillard, presidenta de la comisión de Salud, que se puso al hombro la causa, con el apoyo de las organizaciones y madres cultivadoras de chicos que padecen enfermedades. "Les pido que se pongan un minuto en el lugar de estas mamás. Tenemos la posibilidad de cambiarle la vida a muchas personas que tienen dolencias y la están pasando mal", rogó la entrerriana en el recinto.
Durante toda la tarde, Gaillard negoció junto a otra de las grandes impulsoras de la ley, Victoria Donda, de Libres del Sur, los cambios en el texto impulsado por oficialismo. "Si esta ley tiene que llevar un nombre, es el de aquellos niños que desfilaron todos los días que hubo debate y audiencias públicas por estos pasillos. Este es un día de orgullo”, clamó Donda.
Fue el miembro informante del oficialismo, el radical Luis Petri, el que desfiló por todas las bancas tratando de consensuar cambios, al tiempo que estuvo en permanente contacto telefónico con la ministra Patricia Bullrich y los funcionarios de Seguridad que estuvieron en el recinto. "Bullrich bajó una línea clara: no pueden habilitar el autocultivo", explicaba un diputado oficialista. La posición se fue flexibilizando con el correr de las horas. "Estamos buscando alguna forma de autorizarlo", explicó una legisladora de Cambiemos.
Dentro del oficialismo, las posturas habían quedado claras en la reunión de interbloque que se hizo el martes por la tarde: una gran mayoría avalaba la propuesta de que sea el Estado el que provea el aceite de cannabis para uso medicinal. En franca minoría quedaron los impulsores del autocultivo, como Sergio Wisky, Marcelo Weschler y la radical Olga Rista.
Ya durante la sesión se abrió la puerta para negociar cambios. El oficialismo aceptó incorporar la propuesta presentada por Gaillard para el artículo 8, que crea "un Registro Nacional voluntario de Pacientes y Familiares de Pacientes que, presentando las patologías incluidas en la reglamentación, sean usuarios de aceite de cáñamo y otros derivados de la planta de cannabis". A ese texto, que estaba en la versión original, se añadió el siguiente: "(...)con el resguardo de protección de confidencialidad de datos personales, a los fines de autorizar en virtud de lo dispuesto por el artículo 5 de la ley 23.737". Precisamente el artículo 5 de la ley de estupefacientes es el que penaliza el cultivo de marihuana y prevé una pena de 4 a 15 años de prisión.
Con esta excepción se abriría un paraguas de protección para pacientes y familiares cultivadores que se inscriban en el registro, previa presentación de la historia clínica y de diagnóstico de un médico de hospital público que lo avale.
La propuesta de Gaillard fue rápidamente aceptada en el recinto por Petri, que celebró la aprobación. "Hoy el Estado pasa a ser garante de la salud pública. Hasta hoy se estaba criminalizando a todos aquellos pacientes que utilizan el cannabis medicinal”, dijo el mendocino.
"No es lo ideal pero es lo que se pudo lograr", decía en Pasos Perdidos uno de los activistas de la ley, mientras las madres cultivadoras saltaban emocionadas tras la votación y agradecían a los diputados que las acompañaron. El proyecto pasará ahora a la Cámara de Senadores donde recién será tratado el año que viene. Luego llegará el tiempo de la reglamentación del Poder Ejecutivo, algo que todavía despierta temor en las organizaciones que lucharon para sacar la ley.