Luego del ataque de un cuidacoche a un automovilista en la localidad de San Martín, el ministro de sSeguridad bonaerense, Cristian Ritondo, aseguró que trabajará con legisladores para impulsar un proyecto de ley que prohíba o, al menos, regule la actividad. La base escrita se desprendería de las iniciativas que ya fueron presentadas –incluso por el propio ministro cuando era legislador porteño-, en las que se establece multas y prisión para el que desarrolle la actividad.
“Quien ofrezca de manera directa o indirecta el servicio de cuidacoches, limpiavidrios u otro tipo de servicios similares no requeridos, a conductores de cualquier tipo de automotor en la vía pública sin autorización legal, en forma gratuita, onerosa o a cambio de retribución voluntaria de quien recibe el servicio, será sancionado con multa entre el dos (2) y el diez (10) por ciento del haber mensual del Agente de Seguridad (Agrupamiento Comando) de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, y/o uno (1) a cinco (5) días de arresto”, explicita uno de los proyectos que descansan en la cámara de diputados bonaerense.
Puntualmente, está iniciativa fue presentada por los diputados massistas, mandato cumplido, Guillermo Britos y Mauricio D’Alessandro. Allí se tipifica la figura tanto del “trapito”, como del “limpia vidrio”. Se describe como “cuida coches a la persona que ofrece voluntariamente y sin guardar relación alguna con la administración pública, el servicio de estacionamiento y/o indicaciones para el mismo y/o cuidado para vehículos que se estacionen o se hallen estacionados en la vía pública, ya sea ésta en forma gratuita, onerosa o a cambio de una retribución voluntaria de quien recibe el servicio, como así también toda reserva de lugar para estacionamiento en la vía pública, a excepción de aquellas autorizadas por autoridad competente”.
Mientras que los limpiavidrios serían quienes se “ofrece voluntariamente y sin autorización de autoridad competente, la limpieza de vidrios de cualquier tipo de automotor en la vía pública, ya sea ésta en forma gratuita, onerosa o a cambio de una retribución de quien recibe el servicio”. Según el proyecto, tanto el limpia vidrio como el cuida coche estarían ofreciendo un servicio.
El propio Cristian Ritondo también presentó en la legislatura porteña un proyecto para prohibir la actividad de quien la realice sin autorización legal. El cuerpo de ambas iniciativas es exactamente igual. La diferencia es que pide modificar el código de faltas bonaerense mientras que el del actual ministro de Seguridad propone cambiar el código contravencional de la ciudad autónoma. La propuesta de Ritondo había sido presentada junto al senador bonaerense por el Frente Renovador, Jorge D’Onofrio.
Britos y D’Alessandro, remarcan que con su proyecto se podnrá fin a “un limbo en la materia porque no está abordada la temática”. Por eso, poner fin a la actividad en la que “toda persona que sin autorización legal pretenda ofrecer servicios no requeridos por los conductores, sea cuales estos fueran”, significa brindar a “los vecinos de la provincia una protección real y eficiente frente a quienes pretenden exigir que un trabajo que no les fue exigido sea retribuido, por voluntad o por la fuerza”.
En cuanto a los días de prisión, la iniciativa de Ritondo era más dura. El ex legislador porteño fundamentaba en su proyecto que los “trapitos” podían llegar a recibir de cinco a diez días de prisión por hostigar o intimidar “de modo amenazante o maltratar físicamente a otro, siempre que el hecho no constituya delito”.
El tema podría tomar volumen en la legislatura. Según contó, Ritondo, ya mantuvo algunas conversaciones con legisladores para avanzar en una normativa provincial para atender el fenómeno que desde hace años domina la calle, sobre todo en eventos de gran concurrencia.
