El jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, salió este martes a aclarar es "adversario político" del presidente Mauricio Macri, y, en esa línea, aseguró que su intención es ganarle al oficialismo las elecciones de elecciones de 2017 y también las de 2019 para poder "ser gobierno".
"Soy adversario del presidente Macri, quiero que en el 2017 le ganemos la elección y tengamos una propuesta mejor para la gente, y que en el 2019 le volvamos a ganar y podamos ser gobierno nosotros, esa es nuestra tarea", remarcó.
La figura de Massa habia quedado muy asociada a la del jefe del Estado después de ser el único líder de la oposición que integró la comitiva oficial que participó de la Cumbre Económica Mundial de Davos, donde Macri postuló al diputado nacional para la jefatura del peronismo.
Como señaló este portal en esa oportunidad, el gesto de Macri se entendió como una señal inequívoca de la alianza estratégica que sostiene con el ex intendente de Tigre, que ha colocado dirigentes de su partido en puestos de los gobiernos nacional, bonaerense y porteño, conduce la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires a través de Jorge Sarghini y completa con sus legisladores el número que necesita la gobernadora María Eugenia Vidal para alcanzar el quorum en votaciones para las que no se requieren mayorías especiales.
La postulación lanzada por el Presidente reforzó la sospecha de que, además, la alianza estratégica institucional tiene correlato en la arena político partidaria, donde Macri y Massa tendrían un interés común: controlar el principal partido de la oposición para neutralizar a los sectores más combativos, encarnados en el kirchnerismo duro, o, en todo caso, empujarlo a una ruptura que licue su potencia política, como pareció indicar el encuentro que el ex candidato presidencial mantuvo en Pinamar, con indisimulable ánimo agitador, con el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey y el diputado nacional Diego Bossio.
Acaso para desmontar algo de este cuadro de situación, Massa salió este martes a validar su condición de líder opositor. Dijo que no es enemigo del jefe del PRO, y afirmó: "Seguramente vamos a tener diferencias con el Gobierno".
El ex intendente de Tigre también respondió a las críticas que recibió de un sector del peronismo y tomó distancia de la interna por la conducción del Partido Justicialista, al indicar que "si ellos quieren pelear por un sello para ver cómo consiguen un carguito, que se peleen". Los dirigentes del massismo, vale recordarlo, no ha necesitado del PJ para conseguir puestos en los gobiernos del PRO.
Además, Massa cargó contra el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, a quien le recomendó que "se calle la boca" porque es "el símbolo de la derrota" del justicialismo en las elecciones del año pasado.
También apuntó contra los dirigentes peronistas que lo criticaron por acompañar a Macri a Davos, y remarcó que su tarea "es discutir el futuro, no estar discutiendo un sello".