Aunque la victoria estaba anunciada, la diferencia fue abrumadora. Juan Manuel Urtubey obtuvo el 51,15 por ciento de los votos y se consagró gobernador de Salta por tercera vez, superando por 21 puntos al senador Juan Carlos Romero. El primer mandatario celebró la victoria acompañado por funcionarios del Gabinete nacional, entre ellos el ministro y precandidato presidencial, Florencio Randazzo. No estuvo Daniel Scioli, que lo saludó por teléfono.
Desde que se conocieron los primeros resultados, poco tiempo después del cierre del escrutinio, se confirmaron los datos con los que el oficialismo provincial contaba en la previa: la diferencia de 14 puntos que Urtubey obtuvo en las primarias del 12 de abril, se estiraba a más de 20. El primero en confirmar los números de la victoria, en el búnker oficialista fue el ministro de Gobierno salteño, Juan Pablo Rodríguez.
A medida que el Tribunal Electoral fue confirmando los datos, los funcionarios nacionales, que se habían concentrado en el tercer piso del hotel Provincial, empezaron a bajar al centro de campaña montado en la planta baja. Urtubey cosechó 51,15 por ciento de los votos, seguido por Romero, con 30,64. En tercer lugar se ubicó el radical Miguel Nanni, con 8,27 por ciento; Claudio del Plá, del Partido Obrero, obtuvo el 6,23; Cecilia Gómez, del MST, 1,89 por ciento; y por último se ubicó Edmundo Falú, del Frente Popular, con 1,74 por ciento.
Desde Buenos Aires llegaron, en el mismo avión, Randazzo; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro; el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; y la ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez.
“En los cuatro años y medio que tengo por delante voy a caminar Salta, la región, y todos los rincones de la Argentina que puso en pie Néstor Kirchner y profundizó Cristina”, anunció el gobernador, triunfante sobre el escenario, pocos minutos después de las 20, una vez terminado el escrutinio provisorio que lo consagró ganador. El gobernador lanzó así, en la misma noche de su triunfo, un mensaje que lo catapulta hacia la carrera presidencial para 2019. Además prometió acompañar a los candidatos del Frente para la Victoria para las primarias de agosto, Randazzo y Scioli, en la campaña nacional. “Vamos a garantizar el triunfo del peronismo”, anunció.
Desde la primera fila del escenario lo escucharon los precandidatos a gobernador bonaerense enviados por la Presidenta, Domínguez y Fernández, De Pedro, el gobernador jujeño, Eduardo Fellner, Randazzo y el senador y candidato a gobernador de Mendoza, Adolfo Bermejo. La foto de los referentes nacionales se vio distinta a la de las primarias de abril, cuando todos los por entonces precandidatos presidenciales, incluidos el entrerriano Sergio Urribarri y el ministro Agustín Rossi, habían volado a Salta para la celebración. En su discurso, Urtubey agradeció la presencia de Randazzo y el llamado de Scioli.
“La sociedad de Salta votó por Urtubey porque expresa el futuro y el acompañamiento a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; y Romero expresa una visión más vinculada al pasado”, dijo el ministro Randazzo, único precandidato presidencial que acompañó al gobernador. Aunque el kirchnerismo celebró exultante la victoria, el ministro advirtió que “no hay que extrapolar los resultados” a la elección nacional, en referencia a la amplia diferencia obtenida por Urtubey.
La ausencia de Scioli fue llamativa en el búnker de Urtubey, un día después de que el salteño afirmara que, antes de las PASO, se pronunciará por la candidatura presidencial del bonaerense o la del ministro Randazzo, junto a un grupo de gobernadores de la región.
El sábado los voceros de Urtubey daban por sentado que el gobernador bonaerense estaría presente en el festejo. Sin embargo el domingo al mediodía, al salir del cuarto oscuro, Urtubey anticipó que había hablado con Scioli, vía telefónica, y que el bonaerense había puesto en duda su viaje. Voceros de Scioli explicaron que la presencia del gobernador no era “necesaria”, ya que la primera dama bonaerense, Karina Rabolini, había estado en Salta pocos días antes de la elección, dando su apoyo a Urtubey.
En tanto, desde el búnker montado en el hotel Alejandro I, el senador Juan Carlos Romero reconoció la derrota y, aunque abandonó las denuncias de supuesto fraude que había hecho tras las primarias, volvió a cargar contra la boleta electrónica. “Tenemos que trabajar para que los futuros candidatos tengan que contar los votos con otro sistema que no éste”, advirtió el ex gobernador. Desde el entorno del gobernador Urtubey, celebraban lo que consideran que será la “jubilación” electoral y política de Romero, quien fue tres veces gobernador de la provincia. En tanto, en el mismo búnker del senador, su compañero de fórmula, Alfredo Olmedo, lanzó lo que cree que será su futuro político en Salta. “El olmedismo se consolida como fuerza de oposición”, anunció.
Romero también aprovechó la ocasión para llamar a una interna entre Mauricio Macri y Sergio Massa, a nivel nacional. “Debemos evitar la fragmentación del voto que quiere un cambio de este gobierno, para que el próximo gobierno sea de coalición”, dijo. En el búnker de Romero la celebración estuvo centrada en el triunfo de Gustavo Sáenz en la intendencia de la capital salteña (ver aparte).
Tras la celebración en el centro de campaña, Urtubey volvió a reunirse con los funcionarios nacionales. Tal como sucedió tras la victoria de las primarias, el lunes volará a Buenos Aires, donde será recibido por la Presidenta. Como adelantó, desde esta semana trabajará para que el Frente para la Victoria se alce con un triunfo en octubre. Antes de agosto, junto con otros mandatarios regionales, anunciará cuál de los dos precandidatos presidenciales será su elegido.