Tras la partida de Darío Giustozzi, ex precandidato a la gobernación por el FR, la tercera sección electoral quedó desmantelada, y con mucho desorden interno. Por eso, Sergio Massa decidió reforzar la campaña en el territorio, y bajar para contener a los aliados del giustozzismo.
Pero la estrategia comenzó con algunas complicaciones. La primera incursión era Lomas de Zamora, pero quedó trabada por la interna desatada en el distrito. Allí juegan fuerte dos pre candidatos a la intendencia.
Por un lado Ramiro Trezza, que cuenta con el apoyo del titular de la UNLZ, y del Colegio de Abogados local, Diego Molea. Todos ellos apoyan la candidatura a la gobernación de Francisco De Narváez.
Por el otro, el concejal, Gabriel Mércuri, hijo del histórico dirigente peronista, que avalaba la postulación de Giustozzi. Al parecer, Mércuri no tiene intenciones de acordar con el sector denarvaísta, y por eso, inicio un proceso de acercamiento al PRO. Como el macrismo no posee candidatos de peso en el distrito, la incorporación del dirigente, joven y de perfil moderado, les resulta conveniente.
Dicen que el pase está a minutos de gestarse. Esto re posiciona a Trezza en el espacio massista, pero deja con una nueva baja al Frente Renovador. Mientras, Massa reordena la agenda, y comienza en Avellaneda su tour por la tercera sección.
Allí, uno de los hombres que habría caído en desgracia es Nicolás Russo. El concejal de uno de los bloques que tiene el Frente Renovador en Lanús no estuvo en Avellaneda, a diferencia de su adversario interno en el territorio, el senador bonaerense, José Luis Pallares.
La ausencia de Russo en el día de hoy dio más pistas puertas adentro sobre el futuro del ex presidente del Club Atlético Lanús. Es que lo ven cada vez más lejos del massismo pero en el PRO (espacio en el que podría recaer) ya le cerraron la puerta: el Ministro de Hacienda porteño y candidato a intendente Néstor Grindetti dijo que él abría las puertas pero el límite era Russo.