A días del cierre de campaña en los municipios que se eligen Intendentes, Bautista Mendioroz habló sobre el proceso electoral en las principales ciudades de Río Negro que tendrá en Viedma un escenario clave en el que Juntos Somos Río Negro apuesta todo a la derrota de Juan Manuel Pichetto, quien no tiene miedo del desafío por la ciudad.
“Este sólo es un Gobierno que paga sueldos. Para la obra pública depende absolutamente del Estado nacional”, dice el candidato que representa la pata radical en el armado de la Senadora nacional. Con un poco de autocrítica, recuerda los 28 años de gestión pero diferencia la actual realidad del Ejecutivo que atravesó momentos difíciles desde que decidió romper con el Frente para la Victoria (FpV).
“Hay dos hechos que fueron claves en la gestión. Cuando rompe con Miguel Ángel Pichetto y cuando anuncia su apoyo a Sergio Massa. En ese instante varios sectores del kirchnerismo lo abandonaron”, cuenta Mendioroz antes de aventurarse en lo que será el 3 de mayo.
–¿En qué influye la elección de Viedma en la pelea del Gobernador con el PJ de Pichetto?
–Va a ser una elección polarizada. Hacia lo municipal estamos intentando retener el distrito, con una colectora que encabeza el hijo de Magdalena Odarda. El 4 de mayo habrá otro escenario porque José Luis Foulkes apoya el proyecto de Massaccesi, Barbeito, Berardi, Saiz. La de Odarda-Mendioroz es una línea más parecida a lo nacional para ser una opción clara.
–¿Cuánto le va a costar al radicalismo la ruptura del bloque en el camino a junio?
–En la discusión de los contratos petroleros, súper poderes y PASO, seis legisladores votaron con Weretilneck. Tenía opositores en mi espacio y sólo se sinceraron porque el radicalismo decidió armar una comisión para cerrar un acuerdo con el Gobernador. Weretilneck les dijo que no y la historia que sigue después ya es conocida.
–A pesar de que jugó por el frente progresista, Foulkes dijo que usted se fue por un proyecto personal
–No quiero entrar en conflicto con él. Es el mejor candidato del radicalismo en Viedma, y es por eso que los problemas del partido a nivel provincial no tienen que intoxicar la elección en la capital pero el principal perjudicado, del accionar de Massaccesi, se llama José Luis Foulkes. Fue un claro aliado del Gobernador y ahora le hace mal.
–¿Qué opina de la polarización entre Pichetto y Weretilneck que se quiere instalar?
–Claramente, hoy, la cuestión está entre Pichetto, Weretilneck y Odarda. Es por eso que desde mi parte se impulsa terminar la discusión entre correligionarios. Soy y seguiré siendo radical.
–¿Y cómo están en ciudades claves como San Carlos de Bariloche, General Roca y Cipolletti?
–La propuesta del Frente Progresista está muy bien. En Cipolletti tenemos serias chances de ganar la Intendencia. Hay excelentes candidatos en el Alto Valle. Hay listas equilibradas con presencia territorial y de todos los partidos que confluimos.
–¿Piensan más allá del 2015? El frente es un espacio en plena formación
–Realmente creemos que Magdalena puede ser la primera gobernadora de la historia de Río Negro. Hace falta la visión femenina y un cambio que Odarda plantea en áreas claves como en diseños de políticas públicas, la soberanía territorial y que no existan ciudadanos de segunda.
–¿Cómo se puede integrar las diferentes regiones de la provincia?
–La Región Sur está muy detenida en el tiempo, si se puede hablar de algo. Es por eso que debemos trabajar en las economías regionales. Pichetto y Weretilneck se echan la culpa mientras se vive la peor crisis en años para las diferentes regiones de la provincia.
–¿Hace alguna autocrítica? Usted formó parte de gestiones radicales
–Nosotros fuimos gobierno, y no por decreto. Hicimos cosas mal, y cuando nos gana (Carlos) Soria lo hace porque se buscaba un cambio. Mayor presencia, más atención es lo que faltó en el territorio. Soria hizo una campaña fuerte pero, objetivamente, el peor gobierno del radicalismo es mejor que el actual en Río Negro.
–¿Se puede unificar el partido? ¿Volvería a sentarse a dialogar con Horacio Massaccesi?
–Sólo si se cambian instrumentos. Si hay acuerdos programáticos, de propuestas y no electorales, es posible con reglas claras de juego. Las PASO era una regla clara pero el radicalismo las boicoteó y eso lleva a un sistema de internas endogámicas que benefician al Gobernador. Creo que tenemos que permitirnos un mecanismo que no sea para cuatro o cinco que pongan de candidato a cualquiera.
–¿Cree que hubo un boicot en la UCR?
–Fundamentalmente lo hizo Miguel Saiz, pero también Horacio Massaccesi que jugó permanentemente al acuerdo con Weretilneck y cuando no lo pudo lograr, no tuvo tiempo ni convicción para cambiarlo.
–Entonces ¿el futuro del partido está complicado?
–No, porque en el futuro aspiro a que el radicalismo, el ARI, el Socialismo y el GEN vayamos juntos. Necesitamos un instrumento para ordenarlo al sistema porque es una vergüenza lo que le está pasando a la UCR.