“Tras la imputación de la presidenta por encubrimiento, queda claro que el fiscal Nisman tenía en su poder información que el gobierno kirchnerista no quería que salga a luz. Luego de presentar su denuncia y convenida su presencia en el Congreso para exponer sus probanzas, el oficialismo salió en masa a defenestrarlo y a anunciar que iría a la sesión “con los tapones de punta”. Fueron varios días de “castigo mediático” al extinto fiscal, y luego la muerte misteriosa. Ya me doy cuenta porque Nisman era un estorbo para el kirchnerismo”, analizó el legislador del PRO Daniel Lipovetzky.
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