Con actividades que apuestan por el cruce directo con las manifestaciones sociales y culturales, se celebra el día que originalmente es el 23 de septiembre pero se mueve de acuerdo al fin de semana más próximo. La fecha invita a las dos mil bibliotecas desplegadas por todos los rincones del país (en cada localidad hay por lo menos una ya sea popular, pública o privada) al festejo nacional.
Unas 500 ya aseguraron que se suman en sus sedes o al aire libre con distintas actividades, que van desde lecturas públicas, charlas, espectáculos, música, intercambio de libros hasta suelta de barriletes.
Este año, el Día Federal de las Bibliotecas Populares tomó envión con una mayor visibilidad pública para que la gente vuelva a las bibliotecas.
En algunos casos funcionan como el único punto de encuentro en el barrio, casi como centros culturales o sitios de reunión para debatir estrategias sociales, en otros son emblemas urbanos. En toda esa diversidad, las bibliotecas populares comparten ser asociaciones civiles autónomas creadas por iniciativa de un grupo de vecinos, que en su conjunto, nucleadas por Conabip desde hace 144 años, se integran en una red federal.
Al ser parte de la red, las bibliotecas forman una suerte de movimiento cultural, en constante diálogo tanto a nivel municipal y provincial como nacional, éste último materializado, por ejemplo, en un catálogo colectivo de todas las instituciones (se puede consultar en la web de Conabip), que además de ponerlas en contacto, les permite a los usuarios buscar títulos en una plataforma unificada.
Las bibliotecas populares festejan su día en todo el país, no sólo porque cumplen un rol fundamental de difusión y promoción de la lectura, sino también por su carácter de integrador social y cultural.