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Según los relevamientos privados, el nuevo avance inflacionario de julio está motorizado por los incrementos de tarifas y precios que se aplicaron en los colectivos urbanos, taxis porteños, combustibles, prepagas, en los sectores vinculados con el turismo y en la mayor parte de la canasta de productos alimenticios.
Lejos de presentar alguna señal que indique que los precios se van a estabilizar, el inicio del mes de agosto promete aportar más leña al fuego de la inflación. A partir del primer minuto del viernes comenzará a regir la tercera y, por ahora, última tanda de los aumentos tarifarios que la administración kirchnerista había autorizado a mediados de marzo para los consumos de gas de todo el país y los servicios de agua y saneamiento de la región metropolitana.
Para los casi 5,5 millones de usuarios de las distribuidoras de gas que prestan el servicio a nivel nacional, las subas tarifarias previstas desde agosto oscilarán entre el 17% y 28% con respecto a los valores que regían en marzo. Los aumentos dependen de las distintas categorías de consumo y son el resultado de una doble combinación de la reducción parcial de subsidios y una actualización del valor del gas.
Por el lado de los servicios de agua potable y cloacas, los incrementos tarifarios para los casi 3 millones de usuarios residenciales que tiene la empresa estatal AYSA en la Capital Federal y el Conurbano irán del 24% al 41%, según la ubicación geográfica de los hogares.
En el servicio gasífero, las mayores alzas recaerán sobre las categorías de hogares que tienen los consumos más altos (R3-2,R3-3 y R3-4) y que son los que afrontan las actualizaciones más fuertes en el valor del gas y las reducciones más marcadas de los subsidios.
Con la tanda de ajustes de agosto, las boletas de los usuarios hogareños de gas acumularán desde abril una serie de incrementos que van del 100% al 284%, según los niveles de consumo.
En el caso de AYSA el aumento más alto del 41%, con respecto a las tarifas vigentes en marzo cuando se puso en marcha el ajuste gradual, recaerá sobre el sector de los hogares calificado como “Alto” que agrupa los usuarios de Recoleta, parte de Belgrano, Palermo, Retiro, Nuñez, San Isidro, Olivos, Martínez y Vicente López.
En tanto, los barrios y zonas que conforman el sector “Medio” (Almagro, Villa del Parque, Villa Devoto, Caballito, Colegiales, Villa Crespo, San Telmo, Lanús, Ramos Mejía, Acassuso, San Fernando y Florida) tendrán que afrontar una suba del 29%.
El incremento más bajo que llega al 24% será para el sector denominado “Barrial” que abarca a los usuarios de Villa Riachuelo, Villa Lugano, Riachuelo, Villa Soldati, Parque Patricios, La Boca, Villa Fiorito, Turdera, Valentín Alsina, Remedios de Escalada, Aldo Bonzi, Ciudad Evita, La Tablada, Rafael Castillo, Carapachay, Martín Coronado y distritos similares del Gran Buenos Aires.
Con los ajustes de agosto, los usuarios de AYSA habrán acumulado desde principios de año un aumento en las facturas que oscila entre el 170% y el 406%.
Tal como sucedió con los aumentos aplicados en abril y junio, los usuarios residenciales del servicio de gas que logren ahorrar y bajar más de un 20% sus niveles de consumo con respecto al mismo bimestre del año pasado, podrán evitar las subas en juego.
En tanto, aquellos que reduzcan sus consumos de gas entre un 5% y 20% afrontarán sólo la mitad de los porcentajes de aumentos que entrarán en vigencia el 1 de agosto.
Los aumentos plenos regirán para todos los hogares que no alcancen una meta de ahorro del 5% y los que mantengan o incrementen sus consumos con respecto al mismo bimestre de 2013.