El 10 de junio de 2013 explotó el escándalo de drogas más grande en la historia de Chubut. Escondidos en un cargamento de langostinos, se hallaron 110 kilos de cocaína en los depósitos de Poseidón, propiedad de Héctor Omar “Cura” Segundo, un empresario de estrechos vínculos con el poder político.
Poseidón no es la única firma que tenía al “Cura” como dueño. También controlaba Alpesca, la pesquera más grande de la provincia, la cual adquirió por mecanismos confusos y llevó a la quiebra en poco tiempo. En el medio hubo intentos de salvataje por parte del Gobierno y hasta millonarios préstamos que nunca se cobraron.
El final del camino fue la expropiación, aprobada por la Legislatura hace semanas y en torno a la cual hoy gira una crisis política, con amenazas de juicios político y denuncias penales que mantienen en la cuerda floja al gobernador, Martín Buzzi.
Las denuncias penales lanzadas contra Buzzi y otros funcionarios del Gobierno chubutense en torno a la expropiación de Alpesca tienen múltiples variables políticas. La más visible es un operativo de desgaste fogoneado por Chubut Somos Todos, el espacio que tiene el ex gobernador Mario Das Neves como líder, y presuntamente alentado por Norberto Yahuar, ex ministro de Agricultura y uno de los referentes del kirchnerismo local, enfrentado con la conducción de la provincia.
Una tradicional interna peronista. Pero no es la única: detrás de la pesquera está el “Cura” Segundo, procesado por el hallazgo de cocaína, quien ya se apuntó como cobrador del monto indemnizatorio, que aún se está calculando.
“Lo importante del caso Alpesca no es qué hicieron con la plata, cómo fue la operativa o qué razones llevan a la expropiación –resumió una fuente chubutense-. La clave es quién es el dueño de Alpesca. O, mejor dicho: quién cobrará la indemnización por la expropiación, una vez que sea tasada”.
La expropiación de Alpesca se consiguió con un arduo trabajo parlamentario. Varios legisladores chubutenses naufragaban en dudas: por un lado estaban los puestos de trabajo de mil familias; por el otro, la sombra del empresario sobre el que pesan, entre otras acusaciones, una denuncia del juez Marcelo Orlando por amenazas de muerte. “Le voy a pegar un tiro”, Según consta en la página web oficial del Ministerio Público chubutense, le dijo el “Cura” al magistrado, cuando le negó un pedido para viajar a Buenos Aires.
Entre las denuncias que pesan sobre Buzzi, hay una por “administración fraudulenta” que investiga el préstamo “express” que Alpesca consiguió para pagar sueldos, meses antes de la expropiación. Fueron diez millones de pesos, concedidos por decreto y a través de de la Corporación de Fomento de Chubut (Corfo), aunque previamente el Banco del Chubut había desaconsejado el préstamo.
El “Cura” Segundo se había comprometido a devolver el dinero al mes siguiente. Seis meses después, apenas había devuelto 1,5 millones. Según una crónica del portal rawsonline.net, a fines de 2012 el empresario pesquero y Buzzi se cruzaron feo en un acto, donde Segundo le reclamó por la demora del préstamo por parte del banco provincial. Meses después lo obtuvo por decreto.
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Esta causa investiga a Buzzi, la ministra Gabriela Dufour y el entonces ministro Coordinador, Carlos Eliceche, ex candidato a gobernador y ex diputado nacional del Frente para la Victoria (FPV). A Eliceche lo señalan en Chubut como el dirigente más cercano al “Cura” Segundo y hasta fue investigado como socio en las sombras del empresario. Fuentes locales aseguran que, cuando era intendente de Puerto Madryn, hizo fuerte lobby para que Segundo se quede con Alpesca, por entonces en manos de un grupo sudafricano.
Según una investigación periodística, cuando se descubrieron los paquetes de cocaína en medio de un cargamento de langostinos, hubo dos dirigentes que se comunicaron con el juez federal Hugo Sastre para colaborar con la causa. Uno fue Eliceche; el otro, Yahuar. Curioso: del expediente que todo político buscaría despegarse, hay dos que lo tomaron en sus manos espontáneamente.
“Cura” Segundo figuraría en la AFIP como monotributista, declarando ingresos mensuales por debajo de los 15 mil pesos. Arrancó como estibador y tuvo un crecimiento vertiginoso, tanto en su cuenta bancaria como en su influencia política en Chubut. Está procesado en la causa que investiga el operativo “langostinos blancos”, un cargamento de mariscos que viajó de Mar del Plata a Puerto Madryn, escondiendo 110 kilos de cocaína. Según el expediente, fue una empleada la que en la manipulación de paquetes descubrió la droga.
La justicia federal de Rawson siguió la pista de Salvador Parra Gómez y Alfredo Aranda Barberá, dos ciudadanos españoles. El primero ya fue liberado por la justicia ibérica y negada su extradición, mientras el segundo permanece prófugo.
La hipótesis es que Parra Gómez creó una firma en Mar del Plata para exportar langostinos; y que Aranda Barberá era el importador en Madrid. En esos cargamentos viajaría la cocaína, que tendría su origen en Colombia. En este embrollo, Poseidón, la firma de “Cura” Segundo, oficiaba de depósito de preembarque.