Kicillof llegó a la capital brasileña acompañado por su par de Industria, Débora Giorgi, y por empresarios locales del sector automotor que le expresaron en una reunión su preocupación por la baja en la demanda de los mercados interno y externo.
La administración de Dilma Rousseff estará representada por el ministro brasileño de Industria y Comercio, Mauro Borges, y el asesor presidencial, Marco Aurelio García, además de representantes del sector privado.
El objetivo de la misión es buscar un acuerdo que equilibre el comercio bilateral que el año pasado dejó un saldo negativo para el país de 3.100 millones de dólares y que en lo que va de 2014 cayó por la considerable baja de la demanda en el mercado interno brasileño de coches argentinos.