La Ciudad tendrá la potestad de ejercer “el poder de policía” sobre estos comercios, con lo que desplaza gobierno nacional y se complementará un decreto anterior lanzado por el Gobierno porteño (el 41/14), que sostiene que haría uso de su autonomía para habilitar estos establecimientos dentro de su territorio.
La decisión polemiza la situación de las farmacias “polirrubro”, cuya mayor referente es Farmacity, con las tradicionales que se oponen a este modelo de negocio.
El punto de mayor conflicto se dio en octubre pasado, cuando el Ministerio de Salud de la Nación reglamentó la Ley de farmacias 26.567 aprobada en 2009 en el Congreso y estableció que estos comercios sólo podrían vender medicamentos, productos de higiene o estética y otros con cualidades profilácticas, desinfectantes, insecticidas o similares.
De modo preventivo, las cadenas habían retirado de la venta toda mercadería que pudiera infringir la ley nacional, y pese a la vigencia de la resolución porteño.
La Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) y el Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal fueron los que más apoyaron la medida de la cartera de Salud.
La nueva normativa debía entrar en vigencia el miércoles de la semana pasada sólo en Capital Federal. El resto de las provincias no había adherido al régimen propuesto por la Nación, pero a último momento, Macri decretó la medida, según informó El Cronista.