Entre idas y vueltas con otros sectores políticos para lanzar candidaturas el año que viene, Mauricio Macri quiere asegurarse votos presidenciales en municipios donde su gestión no tiene el poder de seducción.
El acercamiento al radicalismo se palpa cada vez más en La Plata para enfrentar al actual intendente Pablo Bruera, con un Sergio Panella, ex diputado provincial de la UCR y varias veces candidato a intendente en la ciudad de las diagonales, cerca del acuerdo.
Sin embargo, se vio embarrada luego de un error del ex diputado provincial, Julio Garro, quien utilizó un viejo audio de Macri en 2011 como “estrategia electoral” en los teléfonos de los vecinos platenses, con miras también a una propia candidatura.
Donde deberá aunar fuerzas el ex presidente de Boca es en las profundidades del Conurbano, con poca presencia amarilla para dar batalla.
En Almirante Brown, Macri busca hacer pie con el subsecretario de Educación de la Ciudad, Carlos Regazzoni, en un intento de restarle votos al espacio de Darío Giustozzi, ex intendente y hoy diputado nacional del Frente Renovador.
El funcionario, médico oriundo de Longchamps, es hijo del reconocido artista plástico Carlos Regazzoni y subsecretario de Gestión Económica y Financiera del Ministerio que conduce Esteban Bullrich en la Ciudad de Buenos Aires. Además,macrista desde la primera hora, fundó la agrupación PROfesionales, un espacio que reúne a jóvenes profesionales que desean incursionar en la política.
En la ruta del voto hacia el Conurbano, el PRO anotó a la diputada nacional, Gladys González, en Avellaneda, distrito donde el primo del Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, ya tenía un hombre, Daniel García. Sin embargo, el empresario quiere que la bolivarense se presente como candidata a la intendencia.
González, es una de las armadoras del jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en la carrera por suceder a Macri en la Ciudad.
Por otro lado, desde el espacio amarillo vuelve a surgir la idea de mandar a Tigre al rabino Sergio Bergman. El diputado nacional confirmó a principios de año que militaría en la provincia de Buenos Aires concentrándose en el bastión de Sergio Massa.Luego, el legislador declinó impulsar al PRO en ese municipio y comunicó que sería uno de los interlocutores del macrismo con dirigentes de otros partidos políticos en las distintas provincias.
Ante la falta de referentes en tierras massistas, que impulsen además la candidatura a gobernadora de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, Macri volverá a insistir con la imagen del rabino para hacer fuerza en ese sector del Conurbano.
También, en territorio de Hugo Curto, el periodista e historiador Diego Valenzuela, se lanzará como representante del PRO en Tres de Febrero. El subsecretario de AMBA del Ministerio de Gobierno que dirige Emilio Monzó, quiere competir para lograr la intendencia que hasta ahora maneja el pejotismo.
Por último, además de pensar como sucesor de Gustavo Posse al ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, cercano a Gabriela Michetti, Macri tiene otro candidato en San Isidro de la mano de Rodríguez Larreta. Se trata del titular de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad, Juan José Gómez Centurión.
Dadas las circunstancias, el PRO tiene mucho por recorrer en los distintos municipios no solo del Conurbano, sino también del resto del territorio bonaerense, además de proyectar a nivel nacional el lanzamiento del partido en 2015. Con o sin acuerdos y alianzas, el Jefe de Gobierno porteño quiere sumar adeptos con punteros que le garanticen votos camino a la presidencia.