La iniciativa fue aprobada en segunda revisión por el Senado que aceptó las modificaciones incorporadas por Diputados, para que la Corte Suprema mantenga la administración de los recursos del Poder Judicial y las facultades de superintendencia.
El proyecto fue convertido en ley con el apoyo de 38 votos aportados por el Frente para la Victoria y fuerzas afines como Nuevo Encuentro, contra 30 sufragios cosechados por un heterogéneo partidos de la oposición.
La discusión en el Senado volvió a estar centrada en si era constitucional o no la elección directa de los jueces, abogados y académicos, que hasta ahora realiza a través de sus propias entidades.
La reforma del cuerpo colegiado no solo establece la elección de los miembros del consejo, sino que permite designar jueces subrogantes, hacer concursos preventivos, y establece que un juez podrá ser designado con mayoría absoluta o suspendido, pero para poder producir su remoción requerirá el aval de los dos tercios de sus integrantes.
En el cierre del debate, el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto, aseveró que “los tribunales van a seguir funcionando, no habrá ningún tipo de situación anómala, nadie va a poder controlar a los jueces que van a seguir funcionando con independencia y autonomía”.
Al finalizar el debate del consejo de la Magistratura, los senadores se aprestaban a convertir en ley los proyectos de publicidad de las declaraciones juradas de los funcionarios, de las resoluciones de la Corte y de los tribunales de segunda instancia.
Y también aprobar con reformas el proyecto de acceso a la carrera judicial, con lo cual deberá regresar a la Cámara de Diputados para una segunda revisión.