El diccionario de americanismos, llevó un proceso de unificación de criterios de casi tres años. Cada una de las 21 asociaciones americanas y la propia Real Academia Española (RAE) colaboraron con el proyecto, enviaron sugerencias y correcciones.
El prólogo precisa la génesis del proyecto y habla de los primeros intentos que datan del siglo XIX, cuando surgieron la mayoría de las academias latinoamericanas. Recién en el Congreso de la ASALE de Puerto Rico en 2002, se acordó avanzar en el proyecto.
La Asociación prepara una nueva edición, que podría ser presentada después de su próximo Congreso, en noviembre. El diccionario se compone de significados cuyos orígenes deben ser corregidos y está sujeto varias críticas.
Asimismo, se confeccionará un Atlas Sonoro por una veintena de escritores de países hispanoamericanos y de Estados Unidos, junto a cibernautas que añaden sus sugerencias en un blog creado por el diario español El País, responsable de la iniciativa como “homenaje” a la “diversidad” del español, “una lengua polifónica, policéntrica y en expansión”.
El País convocó a narradores, poetas y ensayistas para que elijan el vocablo que mejor refleja a su país y el argentino Juan Gelman eligió el término “boludo” como el más representativo del país. “En los últimos años me ha sorprendido la acepción o su empleo entre amigos, casi como un comodín de complicidad. Ha venido perdiendo el sentido insultante. Ha mutado a un lado más desenfadado, pero sin perder su origen”, sostuvo el poeta.