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Así, Ian fue el primer hombre trans en hacerse una histerectomía (extirparse el útero y los ovarios) en un hospital público de la provincia de Buenos Aires, sin necesidad de ser diagnosticado con disforia de género, sin orden judicial y no por un problema de salud si no por elección.
“El caso de Ian Breppe es una muestra más de la importancia que este ministerio y el gobierno de la Provincia dan a las políticas de igualdad y ampliación de derechos”, afirmó el ministro de Salud, Alejandro Collia, y explicó que “nuestro mayor objetivo consiste en que todas las personas accedan al sistema de salud, que no exista ningún motivo para no acudir al hospital. Y respetar la diversidad sexual y abordarla como un tema de salud es la mejor forma de lograrlo”.
La cirugía se realizó en 2012 en el hospital provincial Paroissien de La Matanza. Ian, que tiene 42 años y actualmente vive en Lanús, pasó por muchísimas luchas hasta lograrlo hasta que se enteró de la existencia del Consultorio Amigable de ese hospital provincial y comenzó a tratarse. Actualmente, realiza un tratamiento hormonal y espera por una cirugía este año para extirparse las mamas.
El caso de Ian es diferente a las cirugías de reasignación genital que se realizan en la Provincia. Él no modificó sus genitales, si no que se extirpó los ovarios y el útero. “Los médicos me explicaron que por el tratamiento hormonal que hago, estos órganos se pueden ir atrofiando y sacarlos es una manera de prevención; para qué voy a tener algo que no quiero y me puede enfermar”, contó Ian.
En tanto, la reasignación genital es un paso sobre el que no está decidido, aunque dice querer hacerlo en un futuro próximo. Mientras tanto el próximo paso será la masectomía (la extirpación de las mamas). La operación también se realizará por el equipo médico del hospital Paroissien y esperan hacerla en los primeros meses de 2013. Mientras tanto, él continúa con el tratamiento hormonal, inyectándose cada 15 días tetosterona, una hormona esteroide que deberá consumir durante el resto de su vida.
La histerectomía fue posible gracias a la aplicación de la Ley de Identidad de Género por parte del ministerio de Salud y se llevó a cabo en el hospital provincial Paroissien de La Matanza. Los profesionales que lo atienden afirman que fue el primer paso quirúrgico del camino que Ian transita hace tres años y que comenzó con un tratamiento hormonal en el hospital.
El director del hospital, Alejandro Royo, explicó que “hace un año venimos trabajando con lo que llamamos Consultorio Amigable, un espacio de asesoramiento y atención a la comunidad LGBT que busca incluir en el sistema de salud público a muchas personas que, a veces por miedo a la discriminación, no se acercan al hospital”.
Según un informe de la Asociación de Lucha por la Identidad de Travestis y Transexuales (Alitt), el 40 por ciento de las personas trans nunca ha asistido a un centro de salud y el 56 por cierto lo ha hecho en pocas oportunidades. Las razones más mencionadas son el miedo y la discriminación.
La Ley define a la Identidad de Género como “la vivencia del género tal como cada persona la siente, corresponda o no con el sexo asignado en el nacimiento”. En este sentido, Collia aseguró: “Estamos cumpliendo con la ley en nuestros hospitales, realizando las reasignaciones genitales, los tratamientos hormonales y, sobre todo, trabajando todos los días para que nadie quede fuera del derecho a la salud”.
Ian tiene 42 años y hace tres años comenzó el tratamiento hormonal en el Paroissien que lo llevó a la histerectomía y a continuar ahora su transformación.
No existe una fecha que Ian pueda marcar como el día en que supo que se sentía un hombre. “Cuando sos chico lo sabés, lo tenés en tu interior, pero lo manifestás como podés, no con palabras. A un niño no le podés pedir que te hable como te estoy hablando hoy”, explicó.
Es un militante de su causa y espera que sean muchos los que, como él, se acerquen a los hospitales y logren cambiar la historia de su vida: “Yo soy pobre, sin el hospital público no podría haber hecho nada”, aseguró.