Los medios cubanos le dedican páginas enteras al “compañero Fidel” y la televisión muestra imágenes de Castro, en un país repleto de eventos culturales y actos en los barrios de diversas ciudades para celebrar los 86 del comandante.
En 2006 delegó temporalmente la presidencia a su hermano Raúl a consecuencia de una enfermedad intestinal de la que no se conocen muchos detalles. En 2008 anunció que no quería ser reelegido como comandante en jefe y presidente del Consejo de Estado. Además, el año pasado dejó de liderar el Partido Comunista de Cuba (PCC), fundado por él en 1965.
Retirado, Fidel escribe “Reflexiones” en las que expone sus puntos de vista y opiniones sobre determinados asuntos, la mayoría de carácter internacional y con críticas a su principal enemigo ideológico, Estados Unidos. Sin embargo, desde el 19 de junio nadie pudo leer sobre sus pensamientos y se plantearon dudas sobre su salud mental y física.
Sus apariciones públicas son mínimas, con la más recodada a comienzos de abril cuando se reunió con Benedicto XVI en La Habana, durante la visita a Cuba, donde le preguntó cuál era la misión de un Papa.
Castro cumple 86 en silencio con el cariño de su pueblo y los mandatarios latinoamericanos aliados, que lo abrazan en el día de su natalicio.