MARIO GRINMAN

"Necesitamos una política cambiaria que no perturbe la actividad económica"

El presidente reelecto de la Cámara de Comercio admite que es necesario "controlar la inflación", pero también pide atender los reclamos del sector. Inversiones, dólar y simplificación tributaria.

El flamante presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, analiza el escenario económico de cara a las elecciones presidenciales, advierte que el panorama para los próximos meses es "sombrío" y reclama una cambiaria "que no perturbe la actividad económica". "Es urgente controlar la inflación, pero también es importante actuar sobre las cuestiones tributarias, logísticas y de legislación laboral", señala.

En diálogo con Letra P, el integrante del Círculo Rojo evita inclinarse por alguna figura presidencial y anticipa que está "dispuesto" a sentarse en una mesa de trabajo con las autoridades que asuman el 10 de diciembre, independientemente cuál sea el color político.

Asimismo, Grinman -que fue reelecto presidente de la CAC el pasado 19 de abril- considera que salida a la crisis económica que atraviesa el país es a partir de una política "proinversiones y proexportaciones" y con una "corrección" de la presión impositiva.

- ¿Qué expectativas tiene para el comienzo de un nuevo mandato en un año signado por las elecciones?

- Un cambio de gobierno siempre renueva la esperanza, aunque las expectativas son acotadas. Sin embargo, apuesto a que la gestión que comience a fin de año logre paulatinamente ordenar nuestro país en términos económicos y sociales. La CAC estará a disposición de las autoridades electas para trabajar en pos del crecimiento de la Argentina.

-¿Qué números de la economía preocupan al sector de comercio?

- La inflación, que erosiona el poder de compra de los potenciales compradores, y el dólar, cuya disparada genera incertidumbre. También, nos preocupan cuestiones estructurales como el escaso dinamismo que registra el empleo privado formal, el bajo nivel de exportaciones, el crónico déficit fiscal y la abultada presión impositiva.

-¿Qué tipo de política cambiaria considera necesaria en un momento de escasez de dólares y de cepo a las importaciones?

- Necesitamos una política cambiara previsible que no perturbe la actividad económica. En un plazo no muy lejano, el gobienro debería alcanzar la liberalización y la unificación cambiaria. Si en lo inmediato no es posible, habría que fijar reglas claras y disminuir la gran cantidad de segmentos cambiarios o cotizaciones alternativas del dólar.

- ¿Qué posibilidades de inversión y de exportación deja el actual esquema cambiario?

- La inversión es una apuesta a futuro. Ante un escenario de incertidumbre, es imposible prever lo que pasará dentro de unas pocas semanas. Es muy difícil concretar inversiones. A esto se suma las restricciones en materia cambiaria, que limitan importaciones. En cuanto a las exportaciones, el esquema cambiario que rige hoy en Argentina representa un desaliento para las ventas al exterior. Si bien el “dólar agro” implica un paliativo, es muy parcial: los $300 por dólar siguen implicando una brecha significativa con los dólares financieros. Sin cambios en estas dos cuestiones, el futuro de la Argentina será sombrío. Urge alentar las inversiones y es imperioso dinamizar las ventas externas, que son clave para generar los dólares que nuestra economía necesita. El nuevo gobierno deberá encarar una política proinversión y proexportaciones para darle confianza y previsibilidad al país.

- ¿Qué política tributaria cree necesaria?

- La política tributaria no debería ser tan voraz con el contribuyente cumplidor. En la actualidad, las personas y las empresas soportan una enorme presión impositiva, que lesiona la competitividad y las posibilidades de crecimiento. Eso se vuelve especialmente pernicioso ante una elevada informalidad. Las comparaciones internacionales dan cuenta de que Argentina se encuentra en los primeros puestos de los países que más gravan a las empresas. Y la calidad de los servicios que el Estado ofrece como contraprestación no es tan bueno. Eso debe corregirse.

- ¿Cómo encaja ese esquema tributario deseado por el sector con una política económica de alto gasto público?

- El gasto público tiene como contrapartida la recaudación tributaria, el endeudamiento y la emisión monetaria. La presión impositiva es excesiva y no hay margen para seguir expandiendo la deuda pública ni para seguir “dándole a la maquinita”. El gasto público debe reducirse. Hay que comenzar por la eliminación de gastos superfluos e incluyendo una progresiva reducción de los planes sociales, logrando que sus actuales beneficiarios se inserten en el mundo del trabajo.

- En un eventual cambio de color político en las elecciones, ¿cómo sería la relación con un gobierno de Juntos por el Cambio?

- La Cámara Argentina de Comercio y Servicios es una institución apartidaria. Estamos dispuestos a trabajar en conjunto con las autoridades que asuman el 10 de diciembre independientemente cuál sea el partido político.

- Varios rubros le piden al Gobierno un plan económico que estabilice la economía ¿Qué pedidos tienen desde el sector?

- La estabilización de la economía es urgente e imprescindible, pero no hay que olvidar las cuestiones estructurales. Es urgente controlar la inflación, pero también es importante actuar sobre las cuestiones tributarias, logísticas y de legislación laboral. El diálogo y la articulación público-privada son esenciales para superar las actuales dificultades y avanzar hacia la Argentina que anhelamos para nosotros y las generaciones venideras.

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