Toto Caputo abre el grifo importador y reza por la llegada de los sojadólares
Se destraba la demanda de divisas. La recesión autoinfligida. Exportadores especulan con una nueva devaluación antes de la liquidación de la cosecha gruesa.
El dólar comienza oficialmente a entrar en terreno de tensión. Desde la devaluación de diciembre, el Banco Central logró acumular divisas en un contexto excepcional sin demanda importadora. Este lunes la autoridad monetaria descongeló el acceso al tipo de cambio para compras al exterior de forma escalonada y la salida de reservas irá creciendo. El equipo económico que comanda Toto Caputo se enfrenta a un escenario donde la brecha avanza y los exportadores liquidan menos, a medida que especulan con una nueva devaluación antes de la cosecha gruesa. La apuesta va por la recesión: con menos actividad económica, menor necesidad de insumos extranjeros.
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Fuentes del mercado aseguraron a Letra P que entre el lunes y martes hubo pocas operaciones y la presión importadora no fue notoria. "Los bancos compensan hacia adentro las operaciones de compra y venta", aseguró el operador de PR Corredores de Cambio,Gustavo Quintana. El analista financiero Salvador Di Stéfano sumó que el volumen de dólares destrabado fue bajo.
Las importaciones vienen de estar paralizadas desde que la administración de Javier Milei dio de baja el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y en las próximas semanas el Central deberá satisfacer una demanda, de a poco, pero que viene de ser nula.
El nuevo esquema
Según el nuevo esquema de la entidad que dirige Santiago Bausili, esta semana se otorgarán un 25% de los billetes que estarán destinados a importaciones farmacéuticas y gran parte de los servicios, incluido el turismo. Las compras vinculadas a la energía ya tenían habilitado el pago inmediato y cada 30 días se abrirá un nuevo rubro: en 90 días servicios personales y recreativos; en 180, autos y bienes de lujo.
El Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI), el mecanismo con el que La Libertad Avanza reemplazó al anterior, libera las restricciones y sólo le requiere a la empresa llenar un formulario con carácter de declaración jurada. En este gobierno, la traba será la recesión. "En una economía recesiva como la que viene si hay caída de la actividad económica habrá también menos necesidad para importar", explicó el experto en finanzas, Christian Buteler. Quintana coincidió en advertir que la presión sobre el dólar "va a depender del ritmo que tengan las importaciones, ligadas al nivel de actividad de la economía y las necesidades de insumos". Como contó Letra P, con la desregulación y ajuste que impulsa la gestión se espera una merma del 4,5% del PBI.
Liquidaciones en baja
La capacidad del Banco Central de acumular reservas está en baja. Desde la devaluación del 13 de diciembre, juntó compras en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) por u$s4.596 millones. En diciembre, apenas Caputo hizo saltar el tipo de cambio un 118%, la entidad monetaria se llevaba un promedio de u$s241 millones por día; mientras que enero, la media viene en u$s158 millones. El ritmo de adquisiciones bajó un 35%, según un informe de la consultora Ecolatina. Las reservas netas mostraron deterioro y ahora se calculan en u$s9.300 millones.
A la par, la liquidación del complejo agroexportador también protagoniza descensos. Las últimas cinco jornadas arrojaron un promedio de liquidaciones por u$s75 millones diarios, de acuerdo a datos de Romano Group. "El descenso de volumen es coincidente con un aumento de brecha (menor oferta en el dólar Contado Con Liquidación), cayendo el jueves y viernes, con aumento de volumen liquidado", indicaron analistas. En diciembre, la liquidación superaba los u$s100 millones diarios.
Proyecciones
Cuando asumió Milei, los exportadores tenían unos u$s2.000 millones para liquidar hasta que llegue la cosecha gruesa de abril. La Bolsa de Comercio proyectó ingresos por más de u$s20.000 millones para la soja, u$s8.300 millones para el maíz, y u$s2.400 para el trigo en la nueva campaña. Hasta entonces, el Gobierno debería aguantar con un crawling peg (microdevaluaciones diarias) del 2% y una inflación que trepa a un ritmo del 25% mensual. Si los tipos de cambio paralelos continúan en alza, la brecha se disparará y se perderá el incentivo para exportar: la diferencia en la actualidad está alrededor del 40% y si se acerca al 60%, entra en zona de peligro. Ya no será negocio exportar al oficial con dólares paralelos tan altos.
"La atención se concentra en el regreso de los importadores a la plaza, lo cual podría ir achicando el saldo comprador del BCRA, más cuando también habría menor interés desde los exportadores por el deterioro de competitividad. De ahí que la 'brecha' continúa en el centro de la escena. Toda vez que haya una ampliación - más allá de los beneficios coyunturales sobre el Bopreal - podría ir configurando una futura devaluación antes de la cosecha gruesa para incentivar nuevamente las liquidaciones, con un crawling-peg de tan sólo el 2% que va incubando atraso frente a la elevada inflación", explicó el analista de mercados Gustavo Ber.
