El secretario general de la ciudad plantó su negativa "personal". Dijo que "roza lo delictivo" y que charlará el tema con el intendente Javkin.
Miguel Tessandori, secretario general de la Municipalidad de Rosario.
El exconcejal y actual secretario general de la intendencia de Rosario, Miguel Tessandori, anticipó el rechazo del municipio local a la creación del sindicato de cuidacoches y limpiavidrios al considerar que la actividad, tal como está planteada, “roza lo delictivo”.
“No dejaremos que suceda en Rosario”, aseguró el periodista y excandidato a intendente a Letra P. En los próximos días tratará el tema con Pablo Javkin, aunque recordó que el intendente también expresó su negativa públicamente. “No vamos a acompañar”, anticipó el intendente.
Tessandori alertó sobre una asamblea que se desarrollará a fin de mes en Rosario y a la que convocaron los líderes del Sindicato de Trabajadores de la Vía Pública (STVP). En ella, anticiparon desde el gremio, buscarán establecer las bases para establecerse en la ciudad y formalizar su funcionamiento.
Entre otras medidas, buscan adherir de forma voluntaria a quienes quieran hacer ese trabajo y hacer aportes para financiar la logística y los gastos administrativos.
“La postura es personal, pero también escuché las declaraciones del intendente en un correlato con esto de no poder sindicalizar la delincuencia. La actividad debe ser prohibida”, explicó el funcionario a Letra P.
Tessandori inició por estas horas, y luego de que el STVP diera sus primeros pasos en La Plata y anunciara un pronto desembarco en Rosario, el acopio de todo el material que utilizó al presentar un proyecto en el Concejo Municipal a fines de 2023. Ese trabajo pretendía incluir en el Código de Convivencia Urbana sanciones económicas contra quienes pretendan obstruir el tránsito y hacer un uso preferencial de la calzada.
La normativa aceptaba la apertura de un registro de cuidacoches. Quienes buscaran sumarse debían tener un certificado que avale la ausencia de antecedentes penales y, además, un respaldo formal de los vecinos del barrio donde estuvieran viviendo.
Entre otros detalles, Tessandori propone que el municipio o la policía provincial tengan el poder para perseguir la actividad y que no quede en manos del ciudadano la elaboración y búsqueda de pruebas para la presentación de denuncias. Para eso se necesita una norma que, expresamente, prohíba la actividad.
Según se anticipó desde el STPV, la idea de la organización es sumar, además de los cuidacoches, a artistas callejeros y lustrabotas, entre otras actividades. Para Tessandori, un sistema con personas pretendiendo cobrar dinero por el estacionamiento o cuidado de los coches sería “perverso”, porque la ciudad cuenta ya con estacionamiento medido –por el que de acuerdo a la zona se cobran distintas tarifas– y “la mayoría de esta gente presiona y extorsiona al automovilista”.
“Es un despropósito. Tengo que prevenir. No me gusta llamarlos trapitos porque es un término que involucra a trabajadores que, en Rosario, rozan la delincuencia. Todo lo que tenga que ver con este tema está ligado con la delincuencia y la extorsión. En la mayoría de los casos”, explicó.