Tras el amague de llevarlo a Córdoba, escuchará la prédica del arzobispo porteño. El debate de la ley ómnibus, el condicionante. Una sugerencia de culto.
Javier Milei se abraza con el arzobispo Jorge García Cuerva
Captura de TVLa pretensión de Javier Milei de montar un gran show en Córdoba para firmar el Pacto de Mayo con los gobernadores quedó en apenas en una rúbrica en el Palacio de Justicia. El Presidente hasta desestimó la idea de una “bendición” religiosa al decidir participar del tedeum patrio en Buenos Aires y no en el templo cordobés, como imaginó en un principio.
“Es una decisión que Milei tomó este jueves en solitario y sin dar demasiados explicaciones”, dijo a Letra P una fuente gubernamental, sin reconocer si ese cambio de escenario religioso fue motivado por el impacto del paro de la CGT y la falta de dictamen de la ley ómnibus XS en el Senado.
Otra fuente ministerial le atribuyó cierta injerencia al secretario de Culto, Francisco Sánchez, quien le hizo notar al mandatario y a su hermana, Karina Milei, la importancia de mantener la tradición de celebrarlo en la catedral porteña y de no mostrarse esquivo a escuchar una homilía del arzobispo de Buenos Aires, como hizo Cristina Fernández de Kirchner con Jorge Bergoglio durante su gestión, antes de convertirse a la fe bergogliana.
Apenas conocida la decisión presidencial, Sánchez comunicó la novedad al arzobispado de Córdoba, a cuyas autoridades encabezadas por el cardenal jesuita Ángel Rossi había solicitado días antes la catedral local para la acción de gracias por la fecha patria y el Pacto de Mayo.
Esa solicitud formal había motivado incluso el desplazamiento de personal de la Casa Militar y de la Presidencia para establecer el operativo de seguridad y el protocolo a seguir durante la ceremonia religiosa. En tanto, la ministra Patricia Bullrich y el secretario de Seguridad provincial, Juan Quinteros, habían comenzado a coordinar las tareas preliminares.
A las autoridades eclesiásticas de Buenos Aires les tomó por sorpresa tanto el anuncio del traslado del tedeum a Córdoba como la noticia de que se hacía en el templo porteño. “Ni antes ni después hablamos con la Casa Rosada”, afirmaron fuentes curiales consultadas por este portal.
“Las puertas de la catedral están abiertas para celebrar el tedeum patrio, siempre que las autoridades políticas así lo requieran, como es de práctica”, precisaron.
El retorno a Buenos Aires del servicio religioso por la fecha patria echó por tierra las especulaciones en cuanto a que Milei no quería escuchar la predicación de Jorge García Cuerva y sí al cardenal cordobés, Rossi. “Esa nunca fue la motivación para llevar el tedeum a Córdoba”, respondió de mal modo un colaborador del Presidente.
El tedeum del 25M no será la primera vez del mandatario frente al sucesor del papa Francisco en Buenos Aires. Estuvieron cara a cara en la ceremonia religiosa por la toma de posesión presidencial, instancia de la que también participó el rabino ortodoxo Axel Wahnish, quien a principios de este mes consiguió el aval del Senado para ser embajador en Israel.
Aquel 10 de diciembre, García Cuerva apeló a la doctrina bergogliana para recordarle a Milei que “la verdadera libertad se expresa plenamente en la caridad” y advertirle que “la dimensión social es fundamental y permite mirar al bien común y no solo al interés privado”.
La celebración del tedeum en la catedral porteña viene precedida por una polémica sobre la razón de ser de esta acción de gracias a Dios en una construcción democrática y sobre si es lógico que una autoridad eclesiástica interpele públicamente la gestión de gobierno de un primer mandatario elegido a través del voto popular.
El tema divide aguas tanto adentro como afuera de la Iglesia. Un sector eclesiástico cada vez más reducido reivindica la tradición y la historia al defender la inmovilidad del servicio patrio del templo porteño. Otro grupo clerical, influyente, evalúa que el oficio debe renovarse al sentir religioso diverso del pueblo y a fin de terminar con una práctica que considera una flagelación voluntaria de la política.
Hasta la llegada del kirchnerismo al poder, el tedeum siempre tuvo como escenario natural a la catedral porteña. Néstor Kirchner estuvo por primera vez delante de Bergoglio en mayo de 2003, el día que tomó posesión del cargo. En aquella oportunidad, el dirigente patagónico coincidió con Bergoglio en la necesidad de poner el hombro sin “mezquindades e internismos”. Un año después, Kirchner se retiró contrariado de la catedral porque el arzobispo se refirió a “componendas de poder” que absorben las instituciones.
En 2005, Kirchner viajó a Santiago del Estero para escuchar una homilía sin sobresaltos del obispo Juan Carlos Maccarone, considerado "amigo" y quien renunció envuelto en un escándalo sexual. El entonces presidente regresó en 2006 al templo porteño y soportó más críticas a su forma de gobernar de parte de Bergoglio.
Desde 2007, el matrimonio Kirchner esquivó lo que evaluaba como “homilías críticas” de Bergoglio llevando la celebración oficial a Mendoza, Salta, Puerto Iguazú, Luján y Resistencia. El argumento: “federalizar” la fecha patria. Recién el 25 de mayo de 2015, en el último año de su mandato presidencial y con Francisco en el Vaticano, CFK volvió a la catedral porteña y escuchó la predicación del cardenal Mario Poli.
Mauricio Macri y Alberto Fernández, incluso una vez virtual en medio de crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus, asistieron regularmente al tedeum por la Revolución de Mayo en el templo primado.