El gobernador dispone de un grupo de especialistas para cranear el trabajo en la Convención. Cómo articulan con las fuerzas de Unidos. Los escenarios a pensar.
Franco Gatti, uno de los integrantes del equipo técnico de Maximiliano Pullaro para la reforma constitucional en Santa Fe.
A unos 70 días de la Convención constituyente, el gobernador Maximiliano Pullaro dispone de un equipo técnico para delinear un boceto del texto de la futura Constitución de Santa Fe. El grupo ya tuvo dos reuniones de trabajo, tiene unos seis integrantes y trabaja en consulta permanente con el área política del mandatario radical.
Bajo la tutela del ministro de Gobierno, Fabián Bastía, el trío central del equipo de Pullaro para la reforma está compuesto por Franco Gatti, Santiago Mascheroni y Domingo Rondina. El primero es un joven abogado que tuvo un aporte central para la Casa Gris en el debate de la reforma. El segundo es el secretario de Justicia y el tercero, en tanto, es el Fiscal de Estado.
El equipo no toma definiciones, pero sí plantea e imagina escenarios para la Convención. Analiza cuestiones formales, propias de la organización y el andar del trascendente evento. Como hace más de 60 años que Santa Fe no atraviesa un proceso similar, toman de ejemplo la Convención nacional que se celebró también en la capital provincial en 1994, más otras reformas provinciales.
Un detalle que no es menor: el grupo no es un núcleo que funciona de modo paralelo al frente Unidos. Ya tuvo dos reuniones y más adelante prevé “unificar criterios” con los equipos de otros socios de la coalición, como el socialismo y el PRO. “Después los contenidos se hablan en el marco de los convencionales, los verdaderos protagonistas de la reforma”, le aclaró a Letra P uno de los miembros de la mesa.
Uno de los puntos que estudian Gatti, Mascheroni y Rondina son las comisiones a conformar en la Convención, ya que no son las mismas que – por ejemplo – operan en la Legislatura. En la nacional de 1994, por caso, funcionó Núcleos de Coincidencias Básicas, pero este no será el caso.
Hay una que tendrá un protagonismo central, que es la comisión redactora, que se encargará de recibir de parte de cada comisión los artículos trabajados para, luego, dotarla de ajustes formales de redacción. Finalmente, la redactora tiene que conformar un dictamen que, a su vez, deberá elevarse al plenario de convencionales para su aprobación.
Otra de las cuestiones que estudia el equipo es la composición de esas comisiones, la cantidad de integrantes de dichos grupos y el reglamento de la Convención. Son todos temas que deberán resolver los convencionales, pero el objetivo es ir preparando de antemano la cancha y no dejar nada librado al azar. El reglamento final, entonces, será el resultado de lo que se acuerde políticamente entre el oficialismo y la oposición.
La Convención, como ya anunció Pullaro, comenzará el 14 de julio. Ese día, autoridades provisionales deberán designar a las autoridades definitivas. En Unidos suena cada vez más fuerte el nombre del senador Felipe Michlig como presidente del órgano, pero también hay que definir la vicepresidencia, que pueden ser uno o dos cargos, a definición de los convencionales. También hay que designar la o las personas (una o dos) a cargo de la Secretaría, que abordará lo parlamentario y lo administrativo del evento.
La Secretaría se encargará de una suerte de delegación de tareas de la Presidencia, referido al orden del día de cada sesión y a la organización del trabajo de cada día en comisiones. El día uno, además, se tendrá que aprobar, previa discusión, el reglamento de la Convención. Se coronará el día con la jura de los convencionales.