El senador díscolo va contra Gildo Insfrán, pero deja la decisión final en manos del Presidente. Las razones y los nombres de su propio "seleccionado nacional".
Las batallas de Francisco Paoltroni se unifican detrás de un movimiento que busca poner en aprietos a dos de sus objetivos políticos, Gildo Insfrán y Javier Milei. Mientras avanza en su propio armado nacional, el senador libertario díscolo pedirá la intervención a Formosa con una jugada con la que pretende obligar al Presidente a posicionarse.
Mientras la Corte Suprema define qué hacer con las múltiples denuncias respecto de la situación institucional de la provincia e Insfrán tiene a su firma la convocatoria a elecciones constituyentes para modificar la carta magna formoseña, Paoltroni ingresará al Senado un pedido para intervenir Formosa. Lo hará el 2 de diciembre, con el período de sesiones ordinarias ya finalizado.
El objetivo es que Milei incluya el tema en las sesiones extraordinarias. El senador entiende que en Formosa se avasallan las garantías constitucionales y que eso va más allá de la cuestión relacionada con la reelección indefinida del gobernador. En una jugada ajedrecística a dos bandas, busca impedir que Insfrán pueda “seguir burlando al pueblo formoseño” y expone lo que él denuncia como los “acuerdos” de Milei con aquellos que dice combatir.
La semana pasada, por impulso del gobernador, la Cámara de Diputados de Formosa aprobó el proyecto que declara la necesidad de reformar la Constitución provincial. Para la oposición, a Insfrán le preocupa garantizar su permanencia al frente del Ejecutivo y teme por una decisión judicial que declare inconstitucional el sistema electoral que no pone límite a la posibilidad de reelegir en su provincia.
El mandatario peronista es el gobernador con más años en el cargo. Ocupa el mismo despacho desde 1995 y transita su octavo mandato, al que accedió en 2023 con el 70% de los votos. En la Corte hay tres presentaciones que piden por la inconstitucionalidad del mecanismo electoral que rige en Formosa, una de las dos provincias que todavía tiene Ley de Lemas.
La oposición entiende que, ante el avance de esos expedientes, Insfrán se quiere “proteger” y empujará una reforma que establezca límites a esa reelección, pero a partir del mandato actual. Es decir, garantizarse la posibilidad de aspirar a uno o dos mandatos más.
Para Paoltroni, que confía en la Corte pero duda de sus tiempos, es necesario impedir esa situación y por eso pide la intervención nacional.
Mientras sigue de cerca la situación en su provincia, Paoltroni avanza con el armado de un espacio político libertario blue, disociado de la construcción que comanda en todo el país Karina Milei. Según lo describe, las ideas de la libertad que pregona el Presidente se defenderán a partir de las ideas republicanas, el desarrollo estratégico y el respeto a las instituciones.
Para hacerlo, retoma un viejo eslogan presidencial y asegura que algo nuevo no se puede construir con los mismos de siempre. Incluso va más allá y advierte que el armado libertario en las provincias se compone, incluso, con “lo peor de lo viejo”.
La semana pasada estuvo en Chaco y el lunes estará en San Juan, donde será recibido por Belén Varela, la referente de Unión y Libertad que se enfoca en un esquema propio luego de su desencanto con el armado libertario sanjuanino que, según denunció públicamente, empezó a sumar a referentes relacionados con el kirchnerismo y los movimientos sociales.
No es la única persona con la que Paoltroni conversa en su tarea de construir el espacio que alguna vez denominó “el seleccionado nacional de los supervivientes”. “Ni hijos de Guillermo Francos, ni empleados de Eduardo Eurnekian”, supo decir para marcar sus distancias con el poder que se concentra en la Casa Rosada.
En esa lista aparecen muchos nombres que quedan afuera de la estructura ideada y construida a partir del trabajo de Karina Milei y los primos Martín y Lule Menem. En ese equipo se enumeran la porteña María Eugenia Talerico, el economista Gustavo “Lacha” Lázzari en la provincia de Buenos Aires, el liberal Caito Leconte en Corrientes, la empresaria pyme Noralí Sosa en Santiago del Estero y en Neuquén la diputada provincial Brenda Buchiniz.
El detalle es sólo un primer paso en un armado que el senador va proyectando en todo el país convencido de sostener detrás de las ideas que llevaron a Milei a la Casa Rosada a todo un segmento electoral que el propio mandatario decide dejar a un costado.
“Ariel Lijo es un límite”, repite Paoltroni a modo de ejemplo de las iniciativas con las que no comulga. Precisamente esa diferencia que abrió de modo abierto con el equipo presidencial es la que le costó su lugar en el bloque de La Libertad Avanza. Desde entonces, siguió su tarea con su propio espacio: Libertad, Trabajo y Progreso.
Desde ese lugar mantiene una buena relación con Victoria Villarruel, con quien comparte algunas miradas que marcan la distancia con el Presidente, aunque se encarga de apartar a la vicepresidenta de la idea del armado que encabeza. Sabe, asume, pero no empuja ni forma parte de la iniciativa de la que se reconoce protagonista.
Paoltroni, empresario agrícola en su provincia, entiende que Milei pone en riesgo el apoyo a su gestión no sólo a partir de su discurso, sino también de acciones de gobierno que no se condicen con la batalla contra la casta que se pregonó en la campaña. A partir de eso, entiende que el espacio oficial del Presidente va a sostener un apoyo “duro”, pero que habrá una oportunidad para expresiones “más republicanas” que él está dispuesto a reunir.
“Este equipo estará regido por un contrato partidario que exigirá el cumplimiento de acompañar las ideas y un protocolo para el perfil de los candidatos”, explica el senador para despejar la posibilidad de repetir lo que entiende como el pecado original de La Libertad Avanza que, según denuncia, dejó a un lado su capacidad crítica para someterse a los caprichos de un líder que, por lo menos al formoseño, ya no lo representa.