Al búnker de Juntos por el Cambio de Córdoba, ubicado en un hotel de la zona norte de la ciudad capital, llegaron este viernes por la mañana muy temprano las autoridades de los partidos que integran la coalición. El primero en desembarcar fue el vicepresidente y apoderado del PRO, Oscar Agost Carreño, por razones lógicas.
“El PRO funciona”, fue el mensaje que enviaron a los socios que no digieren el último papelón aliancista.
El presidente de la fuerza amarilla, Javier Pretto, estuvo hasta las dos de la mañana en el Palacio 6 de Julio, sede de gobierno del candidato provincial del oficilaista Hacemos Unidos por el Córdoba, Martín Llaryora. Ingresó al despacho principal segundos después de que terminara la última conversación con la radical que será la “vice” del peronista, Myrian Prunotto, según el 99% de las fuentes consultadas por este medio. El margen de error es el que corresponde a los cierres frenéticos de listas, donde todo puede pasar.
Pretto, exsocio de José Manuel de la Sota en Unión por Córdoba, se reunió con Llaryora con la renuncia al partido amarillo que preside bajo el brazo. Por la tarde del jueves, entre las 15 y las 18, pidió al equipo legal del PRO asesoramiento para formalizar su dimisión. La carta orgánica partidaria prevé requisitos formales para esta situación.
Del resultado de la reunión hay dos versiones. Una, la que cuentan las voces amarillas según sus propias fuentes del PJ. Otra, que sale del comando de campaña de Llaryora, que matiza la primera.
Relato amarillo
Hombres y mujeres del PRO cuentan que el último contacto que tuvieron con Pretto fue el de las formalidades de la renuncia. Como adelantó Letra P, operadores del presidenciable Horacio Rodríguez Larreta mediaron en la situación, pero fueron claros. El exintendente de La Carlota podría gozar del libre albedrío político, pero no pasaría a las filas de oficialismo como primera autoridad del espacio que fundó el expresidente Mauricio Macri.
La necesidad de desvincular a la cúpula del PRO de estos entuertos no sólo es de Larreta; también del macrismo a nivel nacional. Al punto que el alfil del cofundador de Cambiemos, Gustavo Santos, se encuentra en este momento en La Habana, Cuba, participando de un encuentro en el marco de su rol directivo en la Organización Mundial de Turismo.
Ahora bien, las mismas fuentes del PRO aseguran que “se empiojó” la conversación de Pretto con Llaryora en la húmeda madrugada cordobesa. Sucede que el exucedeísta buscó las garantías de que efectivamente escoltaría al candidato a intendente, Daniel Passerini; y trató además de asegurarse algunos lugares para su tropa.
El relato continúa con una supuesta exigencia de Llaryora a Pretto que dice que le exigieron no renunciar al PRO. Al fin y al cabo, Prunotto sigue siendo afiliada radical y los presidentes de los circuitos del macrismo de Río Tercero y Villa Dolores que apoyarán al peronismo no se desprendieron de su investidura partidaria.
Dicen que Pretto dejó el despacho de Llaryora y volvió a identificarse como “presidente del PRO Córdoba” en su perfil de Twitter. Horas antes lo había borrado.
El exintendente de Oliva, Oscar Tamis, fue designado como el mediador de último momento con Pretto, que no dice si se queda o se va.
Integrantes del equipo de trabajo del dirigente tentando enviaron mensajes durante la madrugada diciendo que seguirían en el PRO, que lo hacían por amor al partido.
Relato peronista
En el Palacio 6 de Julio siguen con la política de brazos abiertos que buenos resultados le viene reportando. Niegan estas exigencias que cuentan las canteras amarillas. Para el peronismo, Pretto vale lo mismo con presidencia del PRO o sin ella.
El daño está hecho, pero van por todo. Aseguran que son muchas las figuras opositoras que se sumaron a Hacemos Unidos por Córdoba y que “vendrán muchos más” después del sábado de cierre de listas. “Respetamos la identidad partidaria de los que se suman a nuestra coalición”, cancherean.
Relativizado el relato opositor sobre el sainete que protagoniza Pretto, el llaryorismo aporta un dato de último momento. “Hoy se define, hay una reunión esta tarde pero el acuerdo está muy cerca”, confiesan que no hay nada cerrado todavía (o que no lo quieren comunicar aún).