En la audiencia, el juez propuso una estructura con procedimientos más ágiles para emitir fallos. Se mostró capaz de controlar al dúo Rosatti-Rosenkranz.
Ariel Lijo preparó su exposición de este miércoles ante la comisión de Acuerdos del Senado como candidato a juez de la Corte Suprema con el foco en una propuesta de modernización del máximo tribunal, con la que intentará tener el voto de Unión por la Patria, bloque clave para llegar a dos tercios en el recinto.
Según supo Letra P, el magistrado presentará un informe detallado de cómo quiere que funcione la estructura del máximo tribunal, cuyo organigrama actualmente es digitado a mano de hierro por el presidente Horacio Rosatti, asociado a Carlos Rosenkrantz y a Juan Carlos Maqueda, quien en diciembre debería dejar su lugar por cumplir 75 años.
Lijo propondrá nuevos procedimientos en la Corte para emitir fallos con mayor agilidad. Con este diseño, apuesta a desplazar a históricos funcionarios del tribunal que reportan a Rosatti y manejan a gusto la instrucción de las causas más relevantes.
Será un capítulo más de la interna de la Corte que se exhibió el año pasado, durante el juicio a los cuatro supremos que se llevó a cabo en Diputados. El rival de Rosatti en el Tribunal es Ricardo Lorenzetti, padrino político de Lijo en su candidatura y quién también lo estuvo asesorando por estos días para que sorprenda con una propuesta de una nueva Corte.
Lijo expondrá desde las 10 en la comisión de Acuerdos, que preside Guadalupe Tagliaferri, del PRO. No se espera que haya dictamen porque nunca los hay cuando se tratan pliegos judiciales. En esos casos, los integrantes necesitan unos días más para estudiar el resultado de la audiencia.
Para el caso de los candidatos a la Corte, como se requieren dos tercios en el recinto, el despacho podría demorarse lo suficiente para tener la mayoría en ese recinto, si es que llega. Como contó Letra P, Lijo aceptó la oferta de ser candidato luego de charla con las autoridades de los bloques y convencerse de que llegaría a ser designado. En estos días hizo nuevas rondas de consultas y no habría quedado muy tranquilo.
Es clave la postura de UP para llegar a dos tercios. El magistrado confía en los gobernadores y en el kirchnerismo, que hizo un gesto al no cuestionar su candidatura. Fue una orden de Cristina Fernández de Kirchner. De todos modos, en el peronismo niegan un acuerdo y aseguran que recién empezarán a evaluar el pliego tras la audiencia.
Lijo no es querido en los ámbitos tribunalicios y recibió 34 impugnaciones, la mayoría prevenientes de asociaciones de abogados y juristas. Su principal enemiga es Elisa Carrió, pero tampoco cuenta con el respaldo del PRO, porque Mauricio Macri le cuestionó no haber cerrado la causa Correo. En el radicalismo hay silencio de los gobernadores y de Martín Lousteau, junto a un rechazo explícito de la senadora Carolina Losada.
También hay cuestionamientos en el oficialismo a través de Victoria Villarruel y el senador Francisco Paoltroni, quien lideró este lunes una jornada en el Senado contra Lijo.
Para llegar a dos tercios, además de la ayuda de UP, Lijo necesita que sus detractores al menos se abstengan en el recinto, como parte de un acuerdo que recién comenzará a negociar este miércoles y dependerá del resultado de la audiencia. Lijo preparó también la defensa a las acusaciones que recibió.
Sobre la demora de las causas, que es el principal reproche que recibe, el magistrado se justificará en su hiperactividad (subroga dos juzgados) y en los tiempos habituales que tienen los procesos judiciales. Rechazará las denuncias por corrupción: argumentará que fueron en su mayoría archivadas en el Consejo de la Magistratura o en los juzgados que se instruyeron.
"Si tan corrupto fui, deberían haber iniciado una investigación contra los jueces que me sobreseyeron", sería una respuesta que se escucharía este miércoles. Sobre su hermano, Fredy Lijo, acusado de ser un turbio lobista judicial, el juez dirá que no tiene relación con él desde hace cinco años.
Lijo espera preguntas sobre la necesidad de sumar mujeres a la Corte, lo que complota contra su candidatura, a no ser que haya una ampliación del tribunal, un plan B que maneja la Casa Rosada.
En Unión por la Patria, el plantel femenino tiene decidido no votar a dos varones. El otro candidato para la Corte es Manuel García Mansilla, que expondrá la semana que viene. Sin embargo, su posición en contra del aborto lo deja sin chances de obtener dos tercios a su favor.