LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Los cortocircuitos internos en el Frente de Todos (FdT) le allanaron el camino al radicalismo para obtener un triunfo resonante en las elecciones realizadas en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP): Franja Morada, la histórica agrupación estudiantil de la Unión Cívica Radical (UCR), se quedó con nueve de los 17 centros de estudiantes que se pusieron en juego. Sin embargo, el gran dato político de los comicios fue que logró arrebatarle dos enclaves muy importantes al peronismo, Derecho y Psicología.
El resultado fue rápidamente destacado por figuras nacionales del radicalismo, que salieron en redes a celebrar la performance en la UNLP, donde votaron nada menos que 63 mil estudiantes para renovar las conducciones de los centros de estudiantes y representantes ante los consejos directivos y el Consejo Superior.
Martín Lousteau y Martín Tetaz (egresado de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP) fueron algunos de los que festejaron en redes un triunfo que ven como anticipo de lo que podría ocurrir en 2023.
La contracara fue el duro golpe que recibió el peronismo universitario, que funciona como caja de resonancia del convulsionado escenario en el Frente de Todos, con enfrentamientos cada vez más abiertos entre agrupaciones alineadas a La Cámpora y las que se mueven cerca del presidente Alberto Fernández y su delegada en La Plata, la diputada Victoria Tolosa Paz.
Después de tres jornadas de votación, para última hora del viernes, el panorama electoral estaba claro. Franja Morada, que gobernaba seis centros de estudiantes, se impuso en nueve de las 17 facultades platenses. El radicalismo logró retener Económicas, Veterinarias, Agrarias, Arquitectura, el Observatorio e Ingeniería. Pero los resultados más importantes se dieron en Derecho, Psicología e Informática, donde la Franja se impuso por sobre distintas vertientes del peronismo, que fueron a las urnas en agrupaciones enfrentadas entre sí.
Todos los focos apuntaron a Derecho, facultad que desde 2018 era conducida por la agrupación Estudiantes de Abogacía (EA), expresión de La Cámpora y de otros sectores del peronismo alineados al ministro de Justicia bonaerense, Julio Alak. La lista obtuvo el 20% de los votos frente al 51% de Franja Morada, que recupera para el radicalismo un bastión histórico de la política universitaria platense.
También hubo triunfos importantes en Psicología e Informática, donde los radicales nunca habían gobernado. En la primera facultad, Franja Morada cosechó el 41% de los votos, desplazando a una confluencia entre La Mella (expresión de los sectores de Juan Grabois) y La Cámpora. En Informática, en tanto, el brazo estudiantil de la UCR sacó 40% y le ganó a una lista que llevaba a representantes de la JUP, cercanos a Tolosa Paz y el primer mandatario.
“No hay caso, hoy la efervescencia y el fervor están en los comités radicales. Nos están ganando esa batalla. Tenemos que volver a conectar con los jóvenes. Esta elección es un llamado de atención”, se lamentaba, con el resultado puesto, un dirigente con basta trayectoria en la rosca universitaria que hoy integra la JUP.
Para el peronismo, el resultado fue un baldazo de agua fría. La JUP solo pudo retener Medicina, perdió Informática y, después de romper con La Cámpora, no logró sumar Humanidades. Para La Cámpora, la elección también dejó un saldo negativo. Perdió Psicología, donde también fue separada de la JUP, y solo logró conservar Periodismo y Artes.
El resultado es reflejo de la profunda división que vive el peronismo, expuesta a los ojos de propios y extraños cuando, a fines de febrero, como contó Letra P, La Cámpora decidió vaciarle a Fernández un acto en el Rectorado de la UNLP en el que el Presidente, cebado por Tolosa Paz, bendijo a la JUP como el brazo de su espacio en la rosca estudiantil platense.