La cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), encabezada por su presidente Daniel Funes de Rioja, le llevó al presidente Alberto Fernández las propuestas para el desarrollo de la actividad industrial que resumió en el denominado "Libro Blanco". La visita de este lunes, pactada de antemano, se realizó en medio de las tensiones del sector privado con el Gobierno ante el anuncio de la creación del impuesto a la "renta inesperada", aunque los empresarios evitaron poner sobre la mesa el "disgusto" por el proyecto que anunció el ministro de Economía, Martín Guzmán, del cual aún resta conocer su letra chica.
"Le señalamos distintas problemáticas que están planteadas en el 'Libro Blanco', pero en ningún momento hablamos de la renta inesperada", admitió a Letra P uno de los integrantes de la UIA que participó de la reunión. Sin ese conflicto de por medio, el clima de la reunión fue "muy cordial", según definieron distintos participantes del cónclave.
De antemano, había algunos industriales que insistían en aprovechar la reunión para poner a la central empresarial como punta de lanza de los reproches del sector privado por la presión impositiva. Funes de Rioja, son embargo, evitó meterse del todo en el barro en sus posteriores declaraciones a la prensa: "No se habló de renta inesperada, el ministro Guzmán ya mencionó lineamientos y la posición de la UIA es de no más impuestos. Pero no hemos entrado en el análisis de un proyecto que no conocemos. Sin proyecto no vamos a decir nada, pero estamos preocupados con la acumulación de impuestos nacionales, provinciales y municipales que tienen impacto", sostuvo.
Uno de los reclamos que le llevaron los industriales al jefe de Estado fue la falta de divisas para importaciones de insumos y bienes de capital. Los empresarios alertaron por problemas en la producción a corto plazo ante faltantes de materia prima. Fernández les recordó que en febrero hubo un pico de importaciones en cantidades, lo que demostró el ritmo de crecimiento de la actividad fabril. Con ese escenario, quedaron en mantener un análisis constante de la situación, según pudo reconstruir este medio de fuentes consultadas.
Formalmente, la central productiva llevó cuatro propuestas parlamentarias: incentivos a la inversión industrial; nuevas realidades laborales; desarrollo pyme y dinamismo empresarial; promoción de exportaciones. Además, el "Libro Blanco" contiene un ítem para el despliegue federal, con "cambio paradigmático para impulsar las economías regionales (NOA, NEA, Cuyo, Centro y Patagonia) desde la infraestructura, el transporte y la agenda fiscal". Y otro de "productividad y competitividad: más de 100 medidas trabajadas por todos los departamentos técnicos UIA".
“Este es un documento que dialoga con el presente y con el futuro productivo del país. El desafío de transformar la recuperación en crecimiento requiere del diálogo entre sector público y privado. Las propuestas que hoy compartimos con el Presidente de la Nación y sus ministros, mañana (por este martes) las llevaremos al Congreso de la Nación”, sostuvo Funes de Rioja.
El cónclave llevó una hora y media. Allí los industriales plantearon la necesidad de que la actividad industrial crezca un 27% para recuperar el máximo per cápita, como también; como también el objetivo de generar 268.000 puestos para alcanzar el ratio de 30,1 puestos por cada mil habitantes. En materia de exportaciones industriales buscan aumentar al menos unos 14.200 millones de dólares para retornar al máximo per cápita; a la par de crear 7.400 empresas exportadoras para alcanzar el máximo de 3,7 empresas cada 10.000 habitantes.
Además de Funes de Rioja, por la UIA participaron los vicepresidentes Luis Betnaza (Techint); Adrián Kaufmann Brea (Arcor); Guillermo Moretti (Fisfe), y el secretario, Miguel Ángel Rodríguez (Sinteplast); entre otros integrantes del Consejo Directivo de la entidad. Por el lado del Gobierno estuvieron el jefe de Gabinete, Juan Manzur; los ministros de Economía, Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco.
Sobre la "renta inesperada" y la chance de gravarla, la funcionaria de Cancillería consideró que es una buena alternativa para poner sobre la mesa, no es en contra de nadie y se trata de un conjunto muy pequeño de empresas" las que serían alcanzadas (deben facturar al menos 1.000 millones de pesos anuales).