Mientras el gobernador Omar Gutiérrez recorre despachos en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, legisladores de Juntos por el Cambio se comunicaron con funcionarios de la provincia, al igual que con sus pares del kirchnerismo neuquino, para interiorizarse sobre el proyecto de la nueva Ley de Hidrocarburos que preparan los equipos del presidente Alberto Fernández, al que aseguran tener bajo total hermetismo. En la provincia del no convencional, referentes de cada sector contraponen posturas mientras esperan definiciones.
El clima se puso más espeso cuando Guillermo Pereyra encabezó una multitudinaria asamblea en Rincón de los Sauces, en lo que prometió ser la primera de varias protestas. “Las empresas nos quieren tirar este fardo para tenernos desubicados”, lanzó el poderoso dirigente petrolero, al remarcar una y otra vez que el planteo “no es contra el gobierno” de Fernández. Igual, apuntó contra las autoridades de YPF, hoy bajo el control de Guillermo Nielsen, porque “hay una maniobra para que las empresas cercanas (a YPF) mantengan el control de todas las operaciones”.
La semana que pasó, el exsenador se encontró con funcionarios nacionales para diluir el conflicto. El titular de Producción, Matías Kulfas, junto al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, se comprometieron a cumplir la demanda que tiene a más de dos mil trabajadores del petróleo en vilo. Esta preocupación la había anticipado el intendente de Añelo, el distrito de mayor inversión en el no convencional. “Estamos muy preocupados por lo que sucede, necesitamos que las inversiones continúen y mantener la paz social”, le dijo Milton Morales a Letra P.
El conflicto se inició por 685 despidos y más de 1.299 suspensiones durante noviembre y diciembre pasado. Una conciliación obligatoria que rigió hasta el 28 de diciembre calmó algo los ánimos. Desde aquel momento, se inició una conciliación voluntaria entre trabajadores y las empresas que termina a fin de mes. Según anunciaron voceros de la Casa Rosada, este lunes habrá encuentro entre empresas y el sindicato de Río Negro, Neuquén y La Pampa para dar por tierra cualquier paro. Si no hay acuerdo, ya se anunció otra multitudinaria asamblea en el centro de la capital neuquina el próximo 23 de enero.
Mientras, en carriles diferentes a esta negociación y ante rumores esparcidos en torno a una nueva Ley de Hidrocarburos, dirigentes del macrismo siguieron la lógica comunicándose con autoridades de la provincia patagónica y con sus colegas de otras fuerzas. El blindaje activó a la oposición más dura, que ya anunció una reunión el próximo jueves para plantear su postura sobre el plan energético. La idea, le comentaron fuentes de Juntos por el Cambio a este medio, será otorgar una conferencia de prensa en el Congreso posterior a una foto con Miguel Ángel Pichetto. Al encuentro irán legisladores nacionales y provinciales de las seis provincias que integran la región austral.
Entre los planteos, destacaron a Letra P, se busca marcar distancia a la inclusión de Buenos Aires a la Ofephi, el ente que reúne a las provincias productoras de hidrocarburos. Si bien la imagen de Gutiérrez y Axel Kicillof en La Plata se tomó como una muestra más de acercamiento del Movimiento Popular Neuquino (MPN) al nuevo gobierno nacional, una pata de la oposición prefiere mantener la actual composición del ente que reúne a jurisdicciones productoras. En lo que parece una anécdota de la tradicional compulsa entre el kirchnerismo y Cambiemos, se esconde la pelea por la ley que se cocina.
Desde la nota de Fernández en la web El Cohete a la Luna, donde se abordó el tema Vaca Muerta como gran promotor de la parálisis de otras regiones hidrocarburíferas, que implicarían inversiones de YPF sin necesidad de multinacionales, en Neuquén se encendió la alarma. Para el macrismo, no son dos mil: son casi ocho mil los puestos de trabajo implicados.
“Los neuquinos tenemos que estar alertas y unidos porque las no políticas energéticas de este gobierno pueden llevar puesto el estado de bienestar ”, advirtió el diputado nacional Francisco Sánchez. Si bien -en contacto con Letra P- el legislador del PRO admitió que la anterior gestión, en términos económicos, fue de corto plazo y no logró solucionar temas sensibles como la inflación, “un mal indicador”, sí se vieron “beneficios por el desarrollo de Vaca Muerta, que hoy está ciertamente en riesgo”.
Darío Martínez, del PJ, razonó ante el llamado de Letra P sobre el esquema que intenta armar el gobierno. “Se buscan reglas claras y que les vaya bien a todos”, contó quien compitiera como candidato a vicegobernador en la última elección provincial. Con una agenda unificada, ya se comprometió a organizar una reunión -el 28 de enero- con Pymes de la actividad petrolera y Kulfas. “Queremos reglas claras a largo plazo, porque el país necesita el desarrollo, pero algún porcentual de precio competitivo para la industria nacional”, reafirmó. “A las provincias hay que incluirlas porque son las dueñas del recurso -contó-, reciben el impacto del desarrollo. De la temática, es que la industria tome un porcentual más alto de la cadena de valor”.
Lograr correrse de la coyuntura es un desafío según Martínez. “Esto no debe ser muy distinto en lo que establecemos reglas claras. Debemos corrernos del tema partidario, no creo que tengamos muchas diferencias”, ratificó.