TIEMPO DE CAMBIO EN LA REGIÓN

El extremista italiano Battisti cayó en Bolivia y Bolsonaro festeja

Su extradición había sido bloqueada por Lula da Silva. Le imputan cuatro asesinatos cometidos por un grupo terrorista en la década de 1970. Termina una saga polémica.

El extremista italiano Cesare Battisti, condenado en su país por cuatro asesinatos y fugado de Brasil, donde se había exiliado en 2004, fue detenido en Bolivia, lo que fue celebrado por el gobierno de Jair Bolsonaro y por el de Italia, que ya pidió formalmente su extradición.

 

"¡Felicitaciones a los responsables de la captura del terrorista Cesare Battisti! Finalmente se hará justicia al asesino italiano y compañero de ideales de uno de los gobiernos más corruptos que ya existieron en el mundo (PT)", celebró Bolsonaro en su cuenta de Twitter a poco de que Italia confirmara el arresto. 

 

Bolsonaro también felicitó al ministro del Interior italiano y máximo referente de la derecha dura en ese gobierno, Matteo Salvini

 

"Agradezco a las fuerzas policiales italianas y extranjeras, a la policía italiana, a Interpol, a AISE (servicio de inteligencia italiano) ya todos los que trabajaron en la captura de Cesare Battisti, un delincuente que no merece una vida cómoda en la playa, sino terminar sus días en la cárcel", escribió, por su parte, Salvini en esa red social.

 

 

 

Battisti, de 64 años, fue condenado en 1993 en Italia por cuatro asesinatos cometidos en la década de 1970, cuando era miembro de la banda Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), un brazo del grupo terrorista Brigadas Rojas.

 

Para evitar ir a la cárcel, huyó primero a Francia y, en 2004, cuando este país se disponía a revocar su condición de refugiado político, viajó hacia Brasil, donde permaneció escondido durante tres años.

 

Su huida incluyó a México y terminó en Río de Janeiro en marzo de 2007, cuando fue detenido en una operación conjunta de agentes de Brasil, Italia y Francia.

 

La Corte Suprema de Brasil autorizó su extradición en 2009 en un fallo no vinculante que dejó la decisión final en manos del entonces jefe de Estado, Luiz Inácio Lula da Silva, quien la rechazó antes de concluir su mandato.

 

A mediados de diciembre pasado, apenas dos semanas antes de terminar su gobierno, Michel Temer autorizó su extradición a Italia, pero Battisti logró escapar otra vez. 

 

Finalmente, el extremista italiano fue detenido el sábado por la tarde en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra por un equipo de agentes italianos y brasileños, mientras caminaba por la calle.

 

Según informaron fuentes del Ministerio de Interior italiano, no opuso resistencia.

 

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, informó que ya envió un avión y a agentes de inteligencia a Bolivia para trasladarlo de vuelta al país y celebró que las familias de las cuatro víctimas "podrán finalmente obtener justicia".

 

Sin embargo, aún no está claro si la extradición se hará directamente a Italia o si primero será devuelto a Brasil y, desde allí, a Roma. 

 

La incertidumbre se debe a que la extradición está centrada en los delitos que la justicia italiana le achaca a Battisti, mientras que la orden de detención emitida por uno de los jueces del Tribunal Supremo de Brasil, Luiz Fux, también comprende delitos de evasión de divisas y lavado de dinero.

 

Estos cargos surgieron el año pasado, cuando Battisti fue detenido temporalmente en octubre en la frontera brasileña con Bolivia por llevar alrededor de 25.000 reales, es decir, unos 6.500 dólares.

 

Hace apenas una semanas el abogado de Battisti, Igor Tamasauskas, había reconocido que "todavía" no había definido su estrategia legal frente a una posible extradición.

 

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