La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, quiere que el título del jueves por la noche sea que la Legislatura votó su proyecto de ley para bajar tarifas, pero para ello debe conseguir al menos cuatro votos de la oposición y en eso andan los negociadores de la mandataria, con el presidente de la Cámara, Manuel Mosca a la cabeza. Para eso y a contra reloj buscan que los intendentes no pierdan su capacidad de recaudación que implicaría la norma del Ejecutivo, pero a la vez que se logre aminorar el precio final de las boletas de luz y gas.
Como se sabe, la norma que llega del Senado -con la aprobación en soledad de Cambiemos- reduce del 6% al 0,1% lo que las empresas le abonan a los municipios por la actividad que se desarrollan y que a su vez lo cobran en las boletas. Eso significa el recorte de una herramienta de recaudación con la que cuentan los intendentes.
Este martes había optimismo en el oficialismo. Creen que llegarán a los cuatro votos -en caso de que estén todos presentes- que le hacen faltan para sancionar el proyecto que ya se aprobó en la Cámara alta. También apuestan a la ausencia de algún legislador o legisladora de la oposición para bajar el número necesario para el quórum.
El viernes último en un plenario de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Servicios Públicos se emitieron dos dictámenes. El del Ejecutivo que fue en mayoría y será sometido a votación por Cambiemos y otro en minoría, que es el del massismo.
Por su parte, el bloque del Frente Renovador también confía en tener los votos necesarios para someter a votación su proyecto para bajar las tarifas que se sustenta en la eliminación de todos los impuestos que tiene la boleta y que el usuario pague solo lo que consuma.
En el medio, los intendentes del bloque peronista mantienen abierto el canal de diálogo, pese a que los diputados del bloque PJ Unidad y Renovación rechazaban, tal como llegaba del Senado, el proyecto del Ejecutivo. Los intendentes no mandaron ningún legislador al plenario del viernes. “Esperemos que Vidal escuche el reclamo de sus propios intendentes que están preocupados”, remarcó un legislador del bloque PJ Unidad y Renovación. Pero las negociaciones siguen abiertas.
En los días que restan, Cambiemos seguirá buscando alternativas. La semana pasada, este medio había dado cuenta que el oficialismo no descartaba los proyectos del massismo y del resto de la oposición; sobre todo el de la diputada Rocío Giaccone del bloque Peronismo Kirchnerista -que también sería apoyado por Alejandra Martínez, de la bancada Convicción Peronista- que pone en el ojo en la rentabilidad de las empresas y establece un tope en la capacidad de recaudación de las mismas para que, cuando se supere ese límite, el excedente regrese al usuario.
Mientras avivan negociaciones, en Cambiemos no descartan cualquier escenario posible. Este miércoles habrá una foto que podría hacer ruido en el oficialismo. Será cuando representantes de todos los bloques opositores se junten en la presentación de un proyecto en cuidado de la actividad porcina bonaerense.
Para superar esta votación Cambiemos se aventura en mantener la relación con el massismo. Por momentos fluida, por momentos fría. Sin embargo sostienen que en la provincia de Buenos Aires el acuerdo de gobernabilidad continúa. Días atrás un almuerzo, revelado por Letra P, entre la gobernadora, el Jefe de Gobierono porteño, Horacio Rodríguez Larreta del que también participó Sergio Massa, reavivó la llama.