Bono PRO ba. ENFOQUE

Otra “operación exitosa” para endeudarse

Vidal se adelantó al acuerdo con los holdouts y salió a buscar dólares a una tasa superior al 9%. Su ministro de Economía presentó la jugada como un gran logro. Riesgos de un clásico que se reedita.

La provincia de Buenos Aires necesita fondos para cerrar sus cuentas. Eso quedó en claro desde que asumió la gobernadora María Eugenia Vidal, pero ya les había quedado claro unos pocos años atrás a los bonaerenses, en especial a los empleados estatales, cuando la administración de Daniel Scioli tuvo que pagar en forma desdoblada el medio aguinaldo de julio.

 

"Es la emisión más grande de la provincia en toda su historia y se pagó la tasa más baja", dijo, eufórico, el ministro de Economía, Hernán Lacunza. Se refería a la colocación de un bono por US$ 1.250 millones, concretada este miércoles por el Estado provincial.

 

Menudo éxito el de la provincia, que el año pasado se endeudaba a una tasa de entre el 10 y el 11%, pero que en todos los casos triplica la que pagan por emisiones similares –aunque nacionales-países vecinos como Bolivia, Uruguay o Chile.

 

Pero una emisión de deuda provincial no difiere demasiado de la que puede emitir el propio Estado nacional.

 

¿Qué significa una tasa más cara? La obviedad, pagar más. Lo intangible, el riesgo implícito del pagador, es decir, cuál es su capacidad de pago para cumplir con sus obligaciones.

 

Por eso, por ahora el cambio es cuantitativamente ínfimo.

 

Lo que es recurrente es el anuncio de cada gobierno de presentar cada endeudamiento como una “operación exitosa”.

 

En este caso, el Estado bonaerense emitió deuda por US$ 1.250 millones a ocho años y la tasa del título fue 9,125%, con un rendimiento de 9,375%, un tecnicismo que marca que se pagará más.

 

Estas “operaciones exitosas” muchas veces se utilizan para pagar gasto corriente, es decir, funcionamiento operativo y sueldos. Pero, en general, esconden la incapacidad de los gobiernos bonaerenses de equilibrar las cuentas, sean del color político que sean.

 

Los agentes colocadores se repiten en este tipo de operaciones financieras para conseguir un desahogo de caja: HSBC y JP Morgan (ex empleador del ministro de Hacienda de la Nación, Alfonso Prat Gay), encargados de la coordinación y emisión de los bonos por la provincia para, según se dijo, “abrir la puerta de la Argentina al mercado de capitales internacional”.

 

Lacunza se adelantó al acuerdo con los fondos buitre y recibió ofertas por $4.000 millones, cifra que muchas veces se muestra como otro indicador del éxito de la colocación, pero que también habla de la muy tentadora tasa de retorno que funciona como carnada para todo tipo de inversores, desde los más audaces a los más especulativos.

 

La provincia tiene urgencias financieras inocultables y endémicas. Pero cada punto de interés representa U$S 12 millones anuales.

 

¿Valía la pena esperar un acuerdo con los holdouts para salir a buscar una tasa más baja? Las urgencias de caja marcan la emisión. Lo de “exitosa” es tema de discusión.

 

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