El presidente de la Federación Agraria (FAA), Omar Príncipe, cuestionó la política agropecuaria del Gobierno Nacional luego de varios meses de no hacer declaraciones. Consideró que se esperaba un cambio que no llegó y que se está exportando menos carne que en 2015. La entidad que preside representa a pequeños y medianos productores, la masa crítica del campo argentino. Junto a la Mesa de Enlace ha sido crítico del kirchnerismo, pero hoy observa un panorama aún más complejo.
-¿Cómo cierra este año para el sector que ustedes representan?
-La situación de los pequeños productores se agravó este año y estamos viendo cada vez más cantidad fuera del sistema tributario, financiero y de salud. Hay algunas cosas que venimos mirando con atención desde principios de año y no se arreglan, como la importación de alimentos primarios que también complica. A principios de año hubo mejoras en los precios por el quite de retenciones, pero eso no se vio en los márgenes y el grueso de esa mejora se la quedaron los otros eslabones de la cadena.
-¿Usted dice que de las subas en góndola no hubo mejoras para los productores?
-Te doy un ejemplo que vi la semana pasada. En Chaco vienen muy buenos girasol, pero hay problemas de comercialización, hay un puñado de multinacionales que les están bajando el precio. Si no hay una presencia estatal para respetar los precios, hay posiciones monopólicas y el Estado tiene que actuar y no está actuando. Otro punto es que los fletes siguen siendo un costo muy importante, y todo esto perjudica más a los que no tienen escala, y ni hablar de lo que pasa con la lechería con tambos cerrados o la producción de cerdos. En las economías regionales la crisis se profundizó.
-Pero estamos muy cerca de llegar a una cosecha récord…
-Si quieren mostrar que hay brotes verdes, es verdad. Es verdad que hay más producción en la Argentina y no es el primer año, es una tendencia que se ha dado en los últimos años. Hay que mostrar lo que pasa en el sector más allá de esto, ver quiénes son los favorecidos, que son un grupo muy pequeño, quienes son los que compran tractores y cosechadoras. ¿Cuántos de los 60 mil productores son los que compraron? Solo son 1800 unidades nuevas. Mientras no cambiemos la matriz productiva, vamos a seguir alertando que se profundiza un modelo de concentración. Teníamos una expectativa de que íbamos a ser la vedette de la Argentina y terminamos exportando menos carne en 2016 que en 2015.
-Hace más de tres meses que renunció el subsecretario de Agricultura Familiar y ahora no hay nadie en ese cargo, ¿cómo ves esa situación?
-No hay y eso es una de las cosas que decimos, paso un año, Monsanto sigue avanzando, no hay Ley de Semillas y todo esto es falta de política de Estado. No es que no hayamos sido críticos con la política de agricultura familiar del kirchernismo, que denunciamos una y otra vez, ahora este año no hay ni siquiera una secretaría en funciones.
-Estuvo un tiempo sin hacer declaraciones públicas, ¿Estaba esperando algo en especial?
-Yo no quiero ser un gremialista de los medios, hicimos asambleas, acompañamos productores, peleamos contra Monsanto, que sigue extorsionando productores. Esperamos unos meses a que algunas cosas mejoraran, pero no vimos ninguno de los cambios que aguardábamos. Pedimos un fondo que va a estar recién para el año que viene. Por ahí estamos más callados, pero estuvimos acompañando a los movimientos sociales, a la CGT, transmitiendo nuestra preocupación por el nivel pobreza y la situación social, y vemos que la agenda política se va para ese lado y también nos preocupa eso, esa agenda que hay que priorizar deja un poco en segundo plano algunos temas nuestros, que van a aparecer cuando nos quedemos sin agricultores. Si el año que viene vamos a seguir con un Estado ausente, la política agropecuaria va a estar muy complicada.