La denuncia por el supuesto robo de votos, formulada inicialmente en los medios de comunicación, encontró asidero en la Justicia Electoral que citó a Felipe Solá para que prestara declaración, y tras sus palabras, el fiscal Jorge Di Lello recomendó la apertura de urnas antes de las elecciones generales.
En ese marco, el candidato a gobernador por el espacio UNA puntualizó que “los 192 mil votos son la diferencia que tengo”, y explicó que “las urnas y telegramas son las que señalan los apoderados en donde se procede el escrutinio abierto”.
Las palabras de Solá causaron inquietud en el Frente Renovador, por caso, el candidato a intendente marplatense Lucas Fiorini y la diputada provincial Mónica López pidieron mesura, pues la acusación expuso a los fiscales del propio frente electoral.
“Yo no estoy apurando a la Justicia, el juzgado federal de La Plata decidirá qué urnas se abren y cuáles no, yo pretendo que se abran todas las urnas que marcamos”, indicó.
Añadió que la irregularidad “ocurrió con las actas mal hechas: primero está el escrutinio cuando se cierra la mesa y se firma un acta; segundo, alguien transcribe a mano lo mismo del acta para el correo; y tercero, se copia eso en el correo”.
Al ser entrevistado por Radio Rivadavia, envió un mensaje dotado de escepticismo a sus votantes. “Yo les informo que no es cierto el 19% que sacó Solá, encontramos muchísimas irregularidades. Por lo tanto, aviso a los míos y a los otros, al público en general”, remató.