Primero se juntaron solos. Eran 16, ya que el jefe comunal de Maipú, Aníbal Rappallini, no pudo asistir. Allí, ordenaron los puntos principales que iban a abordar, una hora después con el invitado, Ernesto Sanz. Fue ayer, en General Alvear, los pagos de Alejandro Celillo.
Los intendentes radicales, afilaron su estrategia y lograron cercar al senador nacional. Consiguieron lo que querían, asegurarse el territorio, y la posibilidad de ingresar a las listas legislativas. “Donde hay intendencia radical, o los candidatos del Partido ganaron las últimas legislativas, no va a haber PASO” aseguró a Letra P, un jefe comunal boina blanca.
Y cada candidato local, irá en la boleta presidencial, de Sanz y de Macri (y de Carrió, en caso de que se presente). De esta manera, habilitan un voto radical puro, con la figura del mendocino, y un voto PRO, con la papeleta del jefe porteño y la imposibilidad de cualquier macrista de presentarse a la intendencia.
Las dos excepciones son las comunas de Saliquelló y Nueve de Julio. Sucede que en estos casos, el PRO funciona como oposición, y tiene peso en el Deliberante. En estos municipios, seguramente resuelvan la situación en internas.
La candidatura a la gobernación, fue un punto que no se abordó en profundidad, ya que se buscará resolver en el ámbito del comité bonaerense. “La próxima semana vamos a reunirnos en el Partido, para ver con las autoridades que hacemos” indicó un jefe comunal.
De todas maneras, ningún jefe comunal se mostró apurado por esa resolución. Saben que el electorado mira con mayor atención las dos puntas de la boleta, la de intendente y la de presidente. Pero si se hablo de las nóminas nacionales. Allí se acordó ordenar una sola boleta, donde puedan convivir, las figuras radicales con las macristas.
Durante el encuentro, que duró dos horas, circuló como un fantasma, la duda sobre la candidatura de Sanz. La baja expectativa electoral que muestra el mendocino hacía pensar en la posibilidad de que se baje de su postulación. Esa variable le generaba temor a los jefes comunales, que veían cerrado el paso a los afiliados que no votan al PRO.
“¿Es seguro que no te bajas de la candidatura?” le preguntó, a Sanz, de forma directa, el jefe comunal de Tandil, Miguel Lunghi. “Yo les afirmo que no me bajo, y voy hasta el final” le respondió, a todos, el pre candidato. Y se fue presuroso, a capital, a grabar los futuros spots de campaña. Al menos, esa fue lo que les dijo.