Este domingo el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, brindó su último mensaje como máxima autoridad de la Ciudad de Buenos Aires a la Legislatura porteña ante la atenta mirada de los funcionarios de su gestión.
No obstante, las miradas se posaron sobre dos figuras trascendentales de su partido que compiten por ocupar su lugar a partir del próximo diez de diciembre.
En todas las Asambleas Legislativas que protagonizó el líder del PRO, siempre dijo presente su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. En cambio, la senadora nacional Gabriela Michetti estuvo ausente en más de una oportunidad.
En la Legislatura porteña se especulaba con la posibilidad de que la ex vicejefa repitiera la tendencia y no se presentase a escuchar a su líder político. En parte porque ya se había ausentado en otras aperturas de sesiones y, también, porque debería estar en el Congreso para escuchar el discurso de Cristina Fernández de Kirchner.
Michetti rompió los pronósticos y dijo presente en la Asamblea Legislativa. Se ubicó en uno de los extremos del recinto, alejado del resto de los representantes del PRO en el Congreso y aún más lejos del Rodríguez Larreta, su rival en la interna por el sillón de Bolívar 1.
El ex interventor del PAMI compartió la primera fila junto a ministros, secretarios, subsecretarios y los titulares de los organismos autónomos porteños. La senadora se ubicó detrás de los asientos de los diputados de su bloque y sólo se acercó a hablar con ella el legislador Roberto Quattromano, toda una señal del ritondismo hacia el michettismo. El único sector del PRO que no marginó a la senadora.
Al finalizar el breve discurso de Macri, cada uno mantuvo conversaciones por separado con los distintos medios presentes en el edificio de Perú 160.
Cuando parecía que finalizaba la jornada sin que los dos precandidatos a la Jefatura de Gobierno porteña se encuentren, el Salón Eva Perón del Parlamento local los juntó.
Apurado y esquivando a los legisladores para hacer una nota con un canal de televisión, Rodríguez Larreta ingresó al salón que se encuentra detrás del recinto y se encontró con Michetti.
Se saludaron fríamente sin decir una palabra y, rápidamente, el jefe de Gabinete siguió esquivando personas para ingresar al salón Eva Perón, que en ese momento estaba repleto de legisladores, secretarios, ministros y dirigentes del PRO.
Luego de unos minutos, Rodríguez Larreta volvió a pasar por el mismo corredor que conecta el salón con la puerta de salida de la calle Yrigoyen y se cruzó de nuevo con la ex vicejefa. El jefe Gabinete iba a seguir de largo pero un fotógrafo lo frenó y le pidió que se tomar una foto con la senadora.
Sin mediar palabra, ambos sonrieron y se dejaron fotografiar. Acto seguido, cada uno tomó su camino.