Cuando el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, convocó a elecciones primarias para el 26 de abril y comunicó que en esos comicios se utilizará el sistema de voto electrónico, algunos actores políticos festejaron la decisión mientras que una minoría se quejó porque temen que ese innovador sistema los perjudique.
Es el caso de Martín Lousteau. El ex ministro de economía quiere arrebatarle la Jefatura de Gobierno a Mauricio Macri pero entiende que el sistema de voto electrónico lo complica y pone en riesgo sus aspiraciones.
El reclamo del diputado de UNEN va en consonancia con los cuestionamientos de la legisladora porteña de Confianza Pública Graciela Ocaña. Ambos argumentan que el voto electrónico los perjudica porque, a la hora de votar, en la pantalla digital aparece en primer orden el logo del partido político y más tarde el nombre y la cara del precandidato a jefe de Gobierno. Entonces, el sistema de elegir primero al partido y luego al candidato los perjudicaría.
Ambos precandidatos entienden que de esa manera se beneficia el PRO porque su sello es más conocido en el ambiente porteño y, consecuentemente, ellos salen desfavorecidos porque sus imágenes son más reconocidas en el electorado porteño que el logo de sus fuerzas políticas.
Según publico el portal lapoliticaonline, quien presentó la denuncia ante el TSJ fue el titular del radicalismo porteño, Emiliano Yacobitti. En ese sentido, el dirigente marcó que “quieren esconder a los candidatos detrás de una pantalla, violentar el espíritu de la boleta única y continuar con las listas sábanas”.
De todos modos, UNEN y Confianza Pública no son los únicos partidos que demostraron su insatisfacción con el voto electrónico ante el Tribunal Superior de Justicia. El MST de Alejandro Bodart hizo lo propio y reclamó que en la primera pantalla se incluyan los candidatos con nombre y foto. Además, el partido de Margarita Stolbizer y otras seis agrupaciones se quejaron ante el mismo tribunal porque quedarían afuera de las elecciones porteñas.
Se trata del GEN, el Partido Social, el Partido de la Red, el Partido del Trabajo y del Pueblo, el Partido por el Bien Común, Pueblo en Marcha y UPAA. Actualmente, estas siete fuerzas políticas porteñas poseen personería transitoria por lo que hasta ahora no podrían participar de las próximas elecciones en la Ciudad de Buenos Aires.
Resulta que la reglamentación firmada por el Gobierno porteño que acompañó al voto electrónico aclara que, bajo ese nuevo sistema de votación, quedarían excluidos los partidos políticos que no cuenten con personería definitiva en el distrito.
Una situación que llevó a esas siete fuerzas y a sus dirigentes a solicitar al Tribunal Superior de Justicia porteño para que disponga una medida cautelar que frene el uso del voto electrónico porque, según argumentan, perjudicaría a las fuerzas minoritarias de la Ciudad de Buenos Aires.
El TSJ decidió convocar a una audiencia pública para el miércoles 14 de enero en la que se citó a las partes (el radicalismo y el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad) para que expongan sus argumentos y formulen sus conclusiones acerca de la constitucionalidad del voto electrónico pero, por ahora, no hizo lugar al pedido del GEN y de las otras seis fuerzas políticas.