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En solitario, Macri construye su imagen en terreno arrasado

El porteño refuerza su campaña en la Provincia y el interior con una agenda que desarrolla sin la compañía de referentes del PRO. La fuga de concejales y referentes lo obliga a una lucha de trinchera para posicionarse. Su estrategia desnuda el fracaso de alianzas territoriales y el pobre desempeño electoral a nivel local.

 

Ante ese escenario, el jefe de Gobierno porteño reforzará en los próximos días su campaña en la provincia de Buenos Aires, donde comenzará a recorrer algunas localidades solo, sin la presencia de la vicejefa, María Eugenia Vidal, ni del intendente de Vicente López, Jorge Macri, los principales referentes bonaerenses de su partido. El plan consiste en realizar  2  visitas semanales al distrito bonaerense, mientras que durante los fines de semana continuará con la agenda de recorridas por el interior del país.

 

“Mauricio tiene que mostrarse sólo, él es el candidato y le sirve caminar sólo con la gente”, consignan sus asesores, y destacan que la estrategia será “seguir con el contacto directo con los vecinos, a través de las invitaciones que le llegan por Facebook y a través de llamados telefónicos”.

 

El argumento esconde otra realidad: Las eventuales alianzas y preferencias de Macri le minan la construcción local, ya le sucedió en 2007 y 2009 cuando se alió con Francisco de Narváez y Felipe Solá y más recientemente, con su alianza electoral con Sergio Massa.

 

El zigzagueo en el armado provincial

 

En la Provincia de Buenos Aires, la apuesta -con marca registrada de Macri- a personajes sin trayectoria política y las alianzas electorales que eventualmente comprometió Macri le minaron la construcción territorial.

 

Consciente de esa realidad, a sólo 3 días de las elecciones del pasado octubre Mauricio Macri reunió a todos los concejales del PRO electos en la provincia de Buenos Aires y les pidió que se independizaran del massismo, pese a que sus bancas las obtuvieran por el Frente Renovador.

 

La apuesta con el massismo le explotó en la cara. En Pergamino (Segunda Sección), su primo Jorge y el presidente de Boca, Daniel Angelici, forzaron la ruptura del bloque macrista y sus concejales se fueron al espacio del intendente de Tigre.

 

En la Quinta Sección, donde Macri apostó a la figura de Lalo Ramos, ninguneando a las figuras locales, también le provocó un éxodo. Con la debacle de Ramos, ayer se conoció que el concejal Hernán Alcolea dejó las filas de Macri y confirmó  que se integra al proyecto político que encabeza el diputado nacional oriundo de Tigre y que formará parte del bloque del Frente Renovador  en el Concejo Deliberante local.

 

El éxodo también se dio antes de las elecciones: en Bahía Blanca (Sexta Sección) apostó el año pasado a Leandro Ginóbili, hermano de “Manu”. Pero la alianza electoral con Sergio Massa, le dinamitó la jugada. Un mes antes de las PASO, Leandro se bajó y justificó su movida argumentando que “a partir del desembarco de (Sergio) Massa ha cambiado rotundamente el escenario político y el PRO no va a llevar referente a nivel provincial, por lo que me parece que era un desgaste innecesario participar en una lista corta”.

 

En la Octava, el panorama no fue distinto: el año pasado, al filo del  cierre de listas, el entonces diputado provincial platense Julio Garro produjo la fractura del Pro La Plata. Sin el aval del PRO nacional Garro presentó una lista para competir en forma conjunta con la “Agrupación 28 de junio”” que representa a Jesús Cariglino, dentro del espacio que lidera Sergio Massa, dejando a la deriva al PRO de la Ciudad Capital.

 

Por este motivo se confeccionó una lista de concejales y consejeros escolares del “PRO puro”, como lo llamaron quienes se quedaron en el partido, liderada por el entonces concejal y vicepresidente del partido Julio Irurueta, secundado por el referente de Los Hornos, Eduardo Flores. En la octava sección, el resultado electoral fue palmario.

 

En soledad, su vice Jefa de Gobierno y por ahora pre candidata a la Gobernación, María Eugenia Vidal,  copia el modelo de su jefe político: repite a quien le pregunte que en la Provincia el PRO apuesta a “incluir a dirigentes valiosos de otros partidos que compartan lo que quiere hacer Mauricio y a sumar nuevos valores“.

 

La pelea en el pago chico

 

Macri dejó en claro que en las elecciones de 2015 se lanzará finalmente de lleno por la carrera presidencial. Con eso deja  vacante la administración capitalina, que conduce desde el 10 de diciembre de 2007 y en la Ciudad se desató el infierno sucesorio.

 

Así, el macrismo reedita un viejo y pendiente enfrentamiento: el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta, lanzado públicamente semanas atrás, y la senadora Gabriela Michetti, quien no pierde nunca las esperanzas.

 

Pero la puja interna del PRO no se agota en Larreta y Michetti. También asoman como candidatos a conducir la Ciudad los peronistas Cristian Ritondo y Diego Santilli.

 

Con el pobre armado territorial en el mayor distrito electoral (provincia de Buenos Aires) y el pago chico en llamas, Mauricio Macri encara en soledad su proyecto presidencial en momentos en que sus eventuales competidores se encuentran fortaleciendo su estrategia territorial: Massa suma intendentes y legisladores, Daniel Scioli, con el guiño de otros gobernadores, tiene el apoyo del aparato partidario (PJ nacional y bonaerense respectivamente) para encarar las PASO 2015 y la alianza FAP-Unen cierra hoy por el centro izquierda.

 

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