Entre las figuras de “renombre” que llegaron hasta la Cámara de Diputados se anotaron al diputado nacional, Carlos Kunkel, el doctor personal de Daniel Scioli, Alfredo Cahe, un hombre de extraña relación con el mandatario como lo es el diputado Francisco De Narváez, Alberto Samid.
Los intendentes más cercanos en cuestión geográfica también dijeron presentes. El Barba Gutiérrez de Quilmes, el platense Pablo Bruera (que se levantó de su lugar en medio de las palabras de Scioli), el matancero y presidente del PJ provincial, Fernando Espinoza; y su par de Florencio Varela, Julio Pereyra. No fue del encuentro, el diputado nacional y siempre cercano al gobernador, el ex intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.
El Sciolismo se ubicó en el primer piso de los palcos, pusieron banderas de Scioli 2015 y llenaron de naranja el recinto, pero sobre ellos y en gran número se ubicó la agrupación que lidera Gabriel Mariotto, Proyecto Nacional. El mariottismo copó todo el segundo nivel de los palcos.
Con más banderas que el sciolismo llegó a ganarle terreno a La Cámpora en la ubicación de los palcos a diferencia de años atrás en los que la agrupación de la juventud kirchnerista fue la que “bancó la parada”.
Esta vez no hubo lugar para ver banderas del massismo, ni muchos aplausos que cayeran de los palcos a favor de los hombres del tigrense como sí ocurrió a la hora de la asunción de los nuevos legisladores.
Scioli dio un discurso dónde repasó su gestión, dio algunos indicios y anuncios de cara al futuro y siempre mirando al 2015 dijo que “lo mejor está por venir”. Se llevó los aplausos de Mariotto, de La Cámpora y la ovación de los más naranjas que entendieron que ésta vez salieron airosos.