“No nos apresuremos con la desaceleración. Hay un problema en la industria automotriz, pero si consultan con los empresarios no les van a decir que es porque no hay plan económico, no es por Cristina Fernández de Kirchner, ni Axel Kicillof. La palabra que van a escuchar es Brasil. Terminamos 2013 con un problema de cuello de botella, teníamos records en producción de cemento, autos y acero”, destacó.
El funcionario advirtió que “ahora todos hablan de desaceleración”, pero que “hablar de desaceleración a partir de un nivel record es relativo”.
“Terminamos 2013 con un crecimiento de 4,9 por ciento. Ahora hay que ser cautos y esperar a ver cómo se atraviesa este primer trimestre”, puntualizó.
En declaraciones a Página/12 señaló que “algún productor de autos” le informó que “cayó 40 por ciento la venta de unidades a Brasil” y señaló: “eso no tiene que ver con nuestra política económica, ni con el dólar, ni con el blue”.
“Nosotros tenemos esperanza de que con el Mundial de Fútbol, a mitad de año, y las medidas que están tomando tengan una reactivación. Aunque los pronósticos no son muy buenos”, señaló con respecto a la economía del vecino país.
Aseguró que el Gobierno impulsa “una industrialización con redistribución del ingreso” y destacó: “es una vocación de este gobierno y una realidad dentro de estos diez años”.
“Eso se dio después de 30 años de neoliberalismo a ultranza, que tenía como uno de sus pilares la caída del empleo y los salarios. Hay una recomposición muy fuerte del poder adquisitivo y el empleo que hay que sostener. El crecimiento del salario real es un objetivo del Gobierno”, resaltó.
Dijo que no le “asusta que haya habido movimientos bruscos de precios, porque a muchos los hemos controlado y el resto son tarea pendiente”.
“En enero hubo movimientos especulativos y una sensación de caos creada: que venía una megadevaluación, la recesión, estanflación y todos los nombres apestosos conocidos. Ahora vaticinan caída del salario real. Pero yo no veo por qué vaya a tener que pasar”, enfatizó y pidió no dejarse “guiar por estos encantadores de serpientes”.
“No les quieren hacer creer a los trabajadores que hay mucha inflación para protegerlos: es para hundirnos a todos. Siempre han dicho que la inflación tiene números exorbitantes. La verdad es que hay movimientos de precios para arriba y para abajo”, señaló.
Afirmó además que el Gobierno nacional no dice que tiene “la vaca atada, pero las perspectivas no son las que daban hace algunas semanas: daban al Gobierno por terminado, a todos nosotros por renunciados, al dólar paralelo en 40 pesos y el oficial en 20 pesos”.
“Yo sigo discutiendo por qué a mí me piden autocrítica, pero sería bueno que, aunque fuera uno sólo de esos encantadores, le pida perdón a la gente por hacerla ir a comprar dólares en forma desaforada, y hoy ve que el paralelo está más barato y el oficial sigue estando a 8, o por debajo. A esa gente le hicieron perder plata”, puntualizó.
El funcionario reconoció que se registran “aumentos de precios desmedidos, que en realidad perjudican a los empresarios, no los benefician”.
“No va a haber recesión por eso: el problema es si eso termina afectando indebidamente al consumo porque algún vivo se hace diferencia contra el bolsillo de la gente. Por eso apuntamos a trabajar y administrar el sistema de precios”, puntualizó y señaló que “hubo una corrida cambiaria y actitudes especulativas de importadores y exportadores”.
“Si hay alguien que tiene problemas crediticios genuinos para sostener su negocio, vamos a estar atentos. La principal preocupación del Gobierno, como siempre, es el nivel de actividad y de ingresos”, remarcó.